Soy el demonio que sueña junto a los limones
Y busca los gusanos en la mirada de una mosca
Soy un párrafo inconcluso e incoherente
Escrito por una marmota sin patas
Soy el aliento perdido de un instante de pasión
Que se convirtió en vida
Soy el alma de la sierra
La música de la tarde
El momento angustiante de la muerte
Soy el vestido del mendigo
La arruga de la joven
El minotauro sin laberinto
Yo que me despierto con el silencio de las cuatro
Publico lo que soy
En cuatros de silencio
Sin la necesidad de los perros que aúllan a la luna
Y huyen de la vida
Camino por las calles sin destino y sin sentido
Yo que me corto los cabellos dos veces al año
Y las uñas dos veces al mes
Yo que ahora troto cinco días a la semana
Para evitar tomar medicamentos para el ácido úrico
Y los triglicéridos
Yo que no fumo ni siquiera los sueños
Yo que trabajo como maestro en una escuela pública
Yo que no sé cómo nací en una noche de lluvia
Heme aquí sonriéndole a una mujer
En la que habitan todas las mujeres.