No lo estoy. No estoy preparada para morir, ni siquiera si lo acepto como algo natural (nacer, crecer, morir). Tampoco creo que estemos listos para enfrentarla o presenciarla; no obstante, si pensamos en ella: una, dos o millones de veces y en diferentes situaciones pensamos e imaginamos cómo sería o cómo se sentiría.
Incluso un doctor teniendo claro que la muerte es una consecuencia de la vida, nunca va a estar preparado para ver unos ojos perder su brillo, un cuerpo enfriarse y un corazón dejar de latir, porque lo va a recordar siempre, no importando cuánto lo intente, no lo podrá olvidar porque será eternamente traumático.
Ni siquiera yo, una epicureísta que acepta la muerte como algo natural, voy a estar lista para irme. No sé qué haya después de la muerte; no sé si el cielo, no sé si voy a volver a vivir o simplemente, nada. Pero estoy segura que voy a tener miedo cuando llegue la hora.
Voy a sentir mi corazón latir desaforadamente y el pánico apoderarse de mi cuerpo. No voy a estar lista cuando sienta mis ojos cerrarse, mi pecho apretarse por la falta de oxígeno y mi corazón dejar de latir.
No estoy preparada para morir.
Que bien me querida Dany, que este sea el primer trayecto de un largo camino de las letras. Éxitos totales.
Excelente.
Felicitaciones por tu escrito.
Que Dios te bendiga
Felicitaciones Dani, un excelente escrito ✍️
Daniela, buen escrito aunque eres joven. Eso tiene un valor enorme. Ánimo y felicitaciones!