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LA RUTA DEL ARROZ

Rafael Aarón Gallón

De visita en Fonseca, La Guajira, tierra del Festival del Retorno, en una hermosa mañana decembina no perdí la oportunidad para tomar unas fotografías y conocer más de este bello Municipio, limpio, organizado de gente amable. De pronto me encontré con un personaje macondiano, es de recordar que Gabo, Gabriel García Márquez, sacó mucho de su inspiración de La Guajira.

—A la orden dotor, ¿en qué lo puedo ayudar? Lo vi preguntar sobre mi tierra, con gusto yo le colaboro. Me llamo Efraín Medina, mucho gusto—me pregunta un joven muy amable.

—¡Qué bien! —le dije—. Mi nombre es Rafael Aarón, el gusto es mío, me place lo que he visto de tu Municipio, pero poco conozco; sé que es la tierra del Festival del Retorno y el Municipio que cambió más de cien años de historia, al talar los más bellos árboles de su calle principal para ampliar una avenida.

—Dotor, en algo tiene razón, pero no en todo. El Festival es un orgullo pa´ toda La Guajira, y la frase: “Fonseca, volver a ti es repetir la dicha de nacer”, lo identifica y resume muy bien. Este año llegó a su cuarenta aniversario y se hizo en honor al insigne Efraín Medina Pumarejo, mi tocayo, cofundador del festival, quien murió recientemente y a la joven promesa fonsequera, la cantante Katiuska Mendoza. Lo de la avenida, bueno… era algo que se debía hacé pa´ mejorar la movilidad, así como dicen cuando hablan de la nevera, o sea, Bogotá. Como puede ver, hoy está igualita, arborizada, limpia, bella, yo la llamo: La avenida del retorno, la más hermosa del sur de La Guajira y ve, sirve pa´ que todos nos transportemos mejor. ¿Se imagina este poco de motos y carros sin la avenida? ¡Esto sería un caos!  Retornar a Fonseca, ya no sería retomar la dicha de nacer. Además, de lo que usted dice aquí, en Fonseca tenemos la Ruta del Arroz, que es un recorrido por sus sembríos y el río Ranchería, conocido como el río de la vida. Tenemos restaurantes muy buenos donde son expertos en comida de monte, en conejo, guartinaja, iguana con coco. Eso sí es sabroso Dotor, si quiere lo llevo pa´ que se coma una donde mi prima, verá usted que le darán ganas de llevarle a la familia, pa´ que coman algo bien bueno y si eso no les gusta. también puede llevarles: chivo en coco, chivo frito y un montón de platos para escoger, todos pa´ chuparse los dedos.

—Primero quiero que me muestres el pueblo, luego miramos lo de la comida, todavía está muy temprano —Le respondo.

—No problem mi dotor, mire aquí mismito por la plaza hay un sitio muy bonito, donde hay un paisaje que no encontrará en otra parte, se lo digo yo, que aquí donde me ve, sí he viajao, no ve que yo manejaba cuando más pelao una camioneta y andaba por toita Colombia, que, dicho de paso, también es muy bonita. Pero va ve que ese paisaje no se ve en otra parte y queda muy cerca, en la vía al Hatico; un corregimiento de Fonseca donde se hace otro festival muy bacano, el Festival del Arroz y si quiere, camino allí, le cuento cómo este año casi me lo gano, quedé de segundo, un puesto mejor que el año pasado. Vamos, cojamos aquí una moto y le cuento.

—Bueno, vamos. ¡Ah!  ¿Y es que tú cantas?

—¡Cómo se le ocurre! ¿Yooo, con esta voz de tarro? Pa´ nada; lo que casi me gano es el concurso del hombre que más come arroz en el mundo, lo hacen todos los años en el festival.

—¡Ah ya! Interesante.

—Mire dotor, estamos pasando por la Plaza Principal de Fonseca, allí ve la iglesia y por aquí, por ese camino se llega al Hatico y podemos ver el puente que hace unos años destruyó la creciente del río; imagínese que la inundación llegó hasta la iglesia y toiticos estos barrios se llenaron de agua y eso que el puente es alto. Allá todavía se ven restos del otro puente. Eso está aquí cerquita, y va ve el paisaje, mire a su derecha, toito eso es un cultivo de arroz, ¿si ve? Es como una alfombra grande, grande y verdecita y eso no es na, ese está recién sembrao, eso se pone más verde todavía; ese, al otro lado, está acabado de recoger y ya van a sembrar otro. ¿Si ve lo que le decía del paisaje? Es celestial. Mire qué tan bien se ven esos árboles grandotes y mire pa´ los cerros La Sierra, se ve hermosa. Ya vamos a llegar al puente, allí al paisaje súmele la belleza del río Ranchería, de aguas cristalinas y con una temperatura muy agradable para bañarse, no como esos fríos, fríos, que no le dan ganas a uno ni de meterse. Mire cómo disfruta mi gente de ese baño; de aquí del puente se zumban los pelaos al río; mire cómo corren las aguas, ya viene de San Juan del Cesar de la represa del Ranchería. Al principio la gente pensaba que con la represa se iba a acabá el río. Como decían que eso se demoraba un año en llenase, pero ve, se llenó en dos meses y allí está, más bello que nunca. ¡Báñese dotor! Y verá que no le dan ganas de salirse.

—No hombre, no vine preparado, no sabía que el río estaba tan cerca ni lo hermoso que es. Más bien cuéntame del Festival del Arroz y de ser el segundo hombre que come más arroz en el mundo.

—Bueno, entonces subamos a la moto y sigamos pa´ el Hatico, que está pegaito; allí es donde se hace el Festival del Arroz; llegan muy buenos conjuntos vallenatos, hay bailes, concursos de pajarea con látigo y gana el que más lo haga sonar, ¿sabe? eso suena casi como un tiro y es lo que espanta a los pájaros de las cosechas. El concurso del hombre que come más arroz en el mundo, consiste en colocarle a cada participante un plato bien grande con arroz cosido y gana el que se lo coma todo en el menor tiempo.

      —¡Ah, qué bien! ¿Y el que siempre gana de dónde es? Me imagino que es un chino, esos sí que comen arroz.

   —No dotor, es de aquí del Hatico.

   —Qué bueno. ¿Por qué no me indica y vamos donde él?

   —No, eso si no dotor, yo allá no lo llevo, ese es mi rival; no ve que usted después escribe de él y lo hace famoso, y a mi pescao. No, vámonos, vámonos, yo le cuento mejor otra historia más buena. Dale moto, ¡vámonos!

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1 comentario en «La ruta del arroz»

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