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MAR CARIBE

Delia Bolaño Ipuana

 

CABO DE VELA

Desde la distancia se dibuja entre la arena,

 tu belleza, tu desierto y tus cactus

 que te vuelven seductor, produciendo

 sensaciones que se maximizan hacia a ti.

Cuando se plasma en el iris,

ese azul marino que cautiva y enamora,

ese completo entre brisa, arena

y mar, es inigualable.

Llegar a ti, sentir la magia

que conecta la existencia con la tuya.

Cabo de vela, matriz de Jepira, santuario

sagrado de almas nativas.

Múltiples naciones se enfocan en tus

tardes, que se convierten en únicas,

en fila hacia tu faro encaminan

las ganas de conectarse con lo que

poco a poco vas revelando, de aquella belleza.

Aquella inmensidad, del inmenso cuerpo azul

que te baña, es ahí, sí, ahí, en esos minutos,

en esos instantes, cuando el inmenso sol,

se conecta con el mar, hundiéndose poco a poco,

 donde recargan su energía los espectadores,

que contemplan aquel suceso que la naturaleza

te otorgó generando sensaciones que te trasportan

a lo más profundo del ser.

Cabo de la Vela, paraíso mágico.

 

 

 

GABO

Fueron esos Cien Años de Soledad

te permitió ser la pluma

sagrada del cóndor que pudo subir las

 altas montañas de Los Andes,

pluma que supo dibujar la magia

de un desierto, bañado por el Caribe

la esperanza de un coronel 

a quien nunca escribieron.

Amigo, compañero y

esposo fiel de Mercedes.

Gabo, tus letras consagran tu nombre,

esa manera de contar la historia,

nos permitió creer en un Macondo único,

en los gitanos que le dieron vida a la aldea,

 en aquel batallón de fusilamiento,

en El Amor en los Tiempos del Cólera,

Y en unas putas tristes.

Aracataca se viste de gala con tu nombre.

Fuiste producto de su matriz así mismo la costa.

No existe duda que leerte es más que un

privilegio, es poder llegar a un Premio Nobel,

a la magia de tus personajes icónicos.

 

 

 

 

MAR CARIBE

El vaivén de tus olas

moja mis pies,

al caminar por tus orillas,

mis huellas desaparecen,

al son de los múltiples

juegos de tus espumas,

con la brisa del Caribe.

 

Tu oleado cuerpo

canta a mis oídos 

en las noches, mientras el viento

juguetea con mi cabello al intentar

escuchar tu lenguaje, que produce

a mi ser calma, silencio y plenitud,

el encuentro contigo es seducido

 al contemplar el cielo,

que permite dibujar a la vista

un azul plateado que conecta la luna y

las estrellas a tu cuerpo.

 

No hay palabras que traduzcan

poder disfrutar de la magia

que produce estar en ti.

El placer de entregarse plenamente

a las orillas de tu costa Caribe.

 

 

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4 comentarios en «Mar Caribe»

    1. Hola mi querida Taty me alegra encontrarte por medio de estos medios virtuales y que ademaa tengamos muchos cosas en común, claro que si, soy parte de eate mundo macondiano en el que se centro nuestro premio nobel✍❤?❤te abrazo desde la distancia

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