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A OJOS CERRADOS

Irene Tapias

 

EL BARRIO

Mi barrio es un laberinto de callejones estrechos

Donde siendo niños corríamos pateando quimeras en una pelota

Pedaleando en la bici los gritos de algunas madres solas

Tapando los oídos con un walkman para no escuchar

el crujir del tiempo en el desamparo

 

En esos callejones corrimos tantos, siendo jóvenes

Siempre llevábamos prisa, cada uno por razones distintas

Pero todos queríamos alcanzar el autobús,

unos para ir a estudiar con la barriga vacía

y la cabeza repleta de sueños

Otros para ir al rebusque del pan diario

y otros más, corrían para hallar la muerte

jugando pirinola en cualquier esquina

 

En las noches desde la plazoleta se libera un humo

que se trenza en los rayos de la luna

Los vecinos abarrotan sus pequeñas casas

de soledades y esperanzas

que riñen y se golpean contra las paredes

 

 

INSOMNIO

 Los pensamientos son un péndulo imantado

al que se adhieren mis sombras oxidadas.

Las vivencias de otrora son fulgidos óvalos de luz,

cayendo sobre la página donde escribo mi historia;

son la mirada adusta de una luna apagada

 

Hay tantos silencios acurrucados en un rincón,

tantas gotas de olvido lloviendo en las largas horas.

La noche peina y despeina azarosa mi cabello

con agua de sal limpia de mi cara las cremas

quiere borrar la lozanía de mi piel

 

El rocío de la madrugada me regala esperanzas

a sorbos en una infusión de caléndula

Pero hay pájaros negros revoloteando,

sobre los restos de la esperanza;

más allí no hay cadáver, solo cenizas

y debajo de ellas se mueve el fénix renaciendo.

 

ESPERO

Necesito tiempo

Eso le pido al universo

…un lapso

congelar los días

 

Necesito hacer un inventario

de mis yerros, mis fracasos

mis soledades, mis silencios

…mis adioses

 

Me urge juntarlos

amontonarlos en un bidón

y prenderles fuego

A veces zumban en mis oídos

como un mosquito

Me hastía sentir que laten

como un corazón enfermo

 

Mientras los consume el fuego

me sentaré a esperar la tarde

bajo un árbol cualquiera

a la orilla del camino

 

Afinaré mi odio para descifrar

el lenguaje del viento

y me iré donde me lleve el tiempo.

 

 

A OJOS CERRADOS

Solo con los ojos cerrados

puede una mirarse en el espejo de Cronos

mirarse por adentro,

descifrar los códigos de un mensaje

escondido en el corazón

hacer un inventario de las cicatrices,

recontar los pasos,

incluso aquellos que una vez dimos en falso.

 

Para hallarse a una le toca cerrar los ojos,

mirarse hacia dentro, observar las huellas

ponerle un gps a los cariños perdidos,

dibujar el tiempo con los granos de un reloj de arena.

Rebuscar en viejos archivos las palabras

que se salieron sin pensar y las que se meditaron;

colgarse las lágrimas como un dije en el pecho sangrante,

escucharse la risa como el cantar de una guacharaca.

 

Con los ojos cerrados puede una desatar los nudos

de cada lazo amarrado a los pies

Con los ojos cerrados puede una evitar eclipsarse

con el destello del rayo que cae sobre el viejo camajón

y lo parte desde la copa hasta la raíz más profunda.

 

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1 comentario en «A ojos cerrados»

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