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BAJOS INSTINTOS

Laura González

 

¿Quién soy?

No soy lo que estudié, tampoco soy los años que tengo, no soy lo que mido ni la ropa que uso.

No soy lo que leo, tampoco soy el celular que tengo ni las todas las cosas materiales que pueda llegar a tener.

No soy el trabajo que consiga, tampoco el salario que me gane ni mucho menos soy los viajes que realice.

Soy esencia, soy amor, soy los pensamientos que tengo, soy lo que doy a los demás y los buenos deseos que tenga para ellos.

Soy las buenas acciones que realice, soy los buenos días que le doy a mi familia, la sonrisa y el abrazo que le regalo a un amigo, soy el te amo que le digo a mi mamá y la mirada que le regalo a mi perrito, todas las mañanas.

Soy las palabras de aliento que le digo a alguien que lo necesita, soy la ayuda que le puedo ofrecer a alguien, soy los consejos que le doy a mi hermanita para que las cosas le salgan bien.

¡Usted es lo que da y eso es lo importante!

Soy mujer, hija, hermana, sobrina, prima, nieta y amiga.

Soy una persona que siempre trata de hacer las cosas lo mejor posible, colocándole una pizca de amor a todo. Porque soy el granito de arena y la huella que pueda dejar en otros, esa soy yo.

 

 

¿Qué es el amor?

Esta palabra puede tener tantos significados.

Nos venden la idea de que es algo perfecto, de que todo es permitido si es por amor y no es así.

Que significa posesión, opresión, sumisión, cambiar, vivir la vida del otro.

Para mí, es conocer los demonios de ese ser y aun así seguirlo amando, es aceptarlo en todas sus facetas, es compartir la vida siendo libres.

Es cuidar, escuchar, curar heridas, superar miedos, es elegir a esa persona mil veces, a pesar de tanto desastre, porque es real, porque sabemos que vale la pena.

Para mí, la vida es amor, el amor está en todo. En las buenas acciones, en los pensamientos, en las palabras bonitas, en los sueños que tenemos.

La mayor prueba de amor es la paciencia, nadie tiene paciencia con quien no ama.

El amor está en el hecho de ser buena persona, es ayudar, ser incondicional con alguien, a pesar de todo. Eso, es amor.

Nosotros somos el reflejo de lo que tenemos en nuestra alma, por eso, seamos amor, hagamos todo con amor, para que nuestra mirada sea luz, en medio de tanta oscuridad, para que seamos brillo al caminar y dejemos huellas de amor y bondad al andar.

 

 

El ave fénix

Y entonces, ella entre lágrimas le preguntó: ¿Que más quieres de mí, si ya todo te lo di?

Él, guardó silencio y solo la observó.

Ella, después de sentirse abandonada y destrozada. Renació de las cenizas como el ave fénix, como la oruga que se convierte en una hermosa mariposa.

Él como todo un cobarde, no tuvo más remedio que dejarla volar, sabía que ella estaba hecha para brillar.

 

 

Bajos instintos.

Ahí estaba él. Siempre tan caballero, siempre tan interesante.

Él era el silencio presente, la palabra precisa.

Era la mirada perfecta y el beso anhelado.

Y es que exactamente no sé qué era lo que tenía, pero lograba enloquecerme.

Lo tenía siempre presente en mi mente, imaginándolo, tocándolo.

Era algo absurdo lo obsesionada que estaba con su cuerpo, si solo lo veía de lejos.

Solo quería sentirlo, tenerlo conmigo. Solo anhelaba con él un momento, una escapada.

Y no sé cómo lo hacía, pero siempre despertaba en mí, los más bajos instintos con tan solo escuchar su varonil y seductora voz.

 

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3 comentarios en «Bajos instintos»

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