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¿DÓNDE ESTÁS?

Carlos Morales

 

MUJER

Océano amoroso, fecundo

con olas acaricias mi arena

y mi brisa te hace sentir plena

sin dejar de amar por un segundo.

 

Aurora boreal me complementas,

tu fuerza y paciencia me redime

evitando que yo me desanime,

con tu luminiscencia me rescatas.

 

Tú reflejas la más pura esencia,

acompañas mi alma solitaria,

resplandeces con bella transparencia.

 

Sembremos paridad codo a codo,

luchando contra bucle infinito

por transformar el colosal recodo.

 

 

ESPERANZA

Ignora ya al macabro silencio,

la sonoridad vibrante aclama,

escucha determinación te llama

a completar el arpegio vacío.

 

Destierra malvado escepticismo

que te impide ver el horizonte

atrapándote cual bello sinsonte

engañándote con parco cinismo.

 

Vuela surcando turbulentos cielos,

labrando rutas férreas en nubes

esculpiendo alcanzables deseos.

 

Cascada poderosa que me baña,

energía que salva en tormenta

y en instante de duda regaña.

 

 

AMOR

Dimensión sin medidas ni barreras,

burbuja blindada inesperada

rosea por doquier polvos de Ada

para que los recibas sin carreras.

 

Viento que sopla en los cuatro puntos

con ansias candentes de sincronía

y lapso incierto de agonía,

con el ideal de respirar juntos.

 

Río y mar se miran, se hechizan,

se fusionan en desembocadura

donde sus emociones embelesan.

 

Luna, sol eclipsando firmamento

creando universo de dos cosmos

originaron el descubrimiento.

 

 

MAR

Manto multicolor y muy extenso

con fascinantes profundos misterios

de actos infinitos pasionarios

que poseen un gran fuego intenso.

 

Habla oleaje inesperado,

te profana estela azabache

convirtiéndose en destructor bache,

despierta con aliento salitrado.

 

Acaricias con cuerpo cristalino,

estimulando fina danza en ti

bajo tu universo coralino.

 

Amanecer, atardecer ensueño,

linda fuente, inspiración constante

disfruto siendo exclusivo dueño.

 

 

¿DÓNDE ESTÁS?

Fémina, fruto del universo, estoy navegando entre las aguas de la angustia y el anhelo de poseerte.

¿Qué tengo que hacer para encontrarte?

 

Le toco las puertas al destino para que me lleve a ese lugar, a ese rincón inhóspito para hallarte.

 

Esta soledad me tortura, en las noches no duermo imaginando tu calor.

 

Deseo tenerte cerca para quitar los pétalos que te cubren, apreciar tus curvas bañadas de lluvia, reconocer cada contorno de tu silueta para demarcar la ruta del placer, explorar tus dos montañas gemelas tan suaves como el terciopelo, provocando un torbellino de gemidos para seguir bajando, si bajando lentamente y saborear en tu centro el elíxir de tus entrañas.

 

Siento que estás al borde del desquició, tu rosa está palpitando enrojecida y brillante como fresas frescas pidiéndome a gritos que la conquiste perdiéndome sin vacilar en su profundidad, fundiendo nuestras almas comunicándose rítmicamente, jugueteando apasionadamente entre sabanas con cada vaivén de nuestros espíritus, desencadenando un tsunami de sensaciones múltiples para descansar en un remanso sublime de satisfacción.

 

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