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SIN DECIR PALABRA

Alveiro Machado Pérez

 

Duermes

Palpitan la distancia en la penumbra

extendiendo la mirada el firmamento

movidos por la gravedad de la distancia

Duerme un ángel sin voz en el silencio.   

 

Ilusiones que se apagan sin afanes

Por locuras que asechan la sentencia

el miedo sano de la vida

de las lenguas con armas la amordaza.

 

La vida es vida porque late

Paraíso y cielo al encontrarse

Pero duerme la voz de la esperanza

En la inocencia en los seres que se marchan

De los que viven en el suspiro de la noche

En la fe de una plegaria lastimada

Simplemente duermen porque jamás te has ido.

 

 

Sentencia

Juez del alma es el tiempo

Imparcial es la justicia divina

Palabras de dolor que termina

En el final de la senda recorrida.

Fuiste lo que decía su latir

Fuimos el amor que termina

Dolor y pena anuncia el mañana

Con ímpetu la pasión y ternura

Sentencias el fin de magia

El brillo de tu mirada y la mía

apaga la luz de tus labios

condenas como sentencia a la ruina.

El amor y yo a la muerte vamos

inocente es el dolor que camina

en la inmensidad del tiempo

se encuentra el día y la noche en el instante de la penumbra

mientras tu y yo nos encontramos en la sentencia del alma

en el final de la historia vivida.

 

 

Ya sé quién soy

Las huellas de los que soy están escritas

En la memoria genética de mis padres

En la historia de mi herencia

En la inocencia de la arena

En el vago paisaje de mis anhelos

En la razón de lo que viví

 

Vengo de los versos sin rima

De la inocencia efímera y vaga de la juventud

Dormido en el ruido de tiempo de los afanes

Del tener y del vivir

Mudas con las palabras las huellas de la sombra

De los que estuvieron antes de mí.

 

Soy la libertad de palabras de las risas  

De los versos que guarda mi humildad

Suave manantial es la herencia  

En las sendas que me marcan en cada letra

Soy la magia de la poesía

Porque contigo a mi lado

Ya sé quién soy.

 

 

Me lo dicen con esa mirada

Me abrazas aferrada a mi pecho

Me mirarás con ternura en la mañana

Al cerrar los ojos y sin hablarnos

Nuestras manos se juntan empuñadas.

 

En juegos de pulgares nos batimos

En guerra sin tregua las miradas

Carcajadas es la magia

 batalla de ternura a abrazadas

Pedazo de mi alma mi princesa.

 

Columna de la plegaria pronunciada

Cuando al mirarte te aferras a la mía

Al calor de la nostalgia

Mientras te quedas dormida

 contemplo tu inocencia

pequeña inocente tu picardía.

 

En la voz que emites al abrir tus ojos

 sin pronunciar palabras

me lo dices todo a sabiendas que

me derrite por dentro tu mirada

como huella 

permaneces en mis venas

en el hálito de todos los días.

 

 

Sin decir palabra

Te asomas a mi recuerdo con la mirada empañada

Con lágrimas sin color, con la voz apagada

Solo escucho el silencio de tu voz

al cerrar los ojos

en la senda del recuerdo.

 

Se detuvo la manecilla del reloj

Sin decir palabras, solo se escucha el sollozo del ruido del dolor

Se escucha el eco de la vida y de los sueños

De lo que fue y no fue.

 

En el tiempo sin tiempo quedarán las historias

Las sonrisas pronunciadas

Con el ímpetu de la noche

Que al cerrar los ojos

Pronunciarán tristes palabras.

 

Seremos lo que griten las canciones

Lo que dicte los recuerdos

Pero sobre todo seremos

Lo que vivimos sin decir los nombres

Sin los afanes del hoy o del mañana

Sin decir palabra se sentencia

Te quedas con mi vida en tu almohada.

 

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4 comentarios en «Sin decir palabra»

  1. Alveiro, sinceras felicitaciones por cristalizar ese sueño, de crear poesía y ser leído por un gran público…. Esa creación poética nació hace mucho tiempo… ya era hora de publicar. La Honra y la Gloria sean para Dios!

Responder a Nilsa peñalozaCancelar respuesta