PALABRAS DE OLVIDO
Josué Ganem
Carta de un hombre divorciado
Entre el humo del cigarrillo y en los efectos del alcohol me encuentro
en un lugar lleno de personas felices
acompañado del vacío de la tristeza que llevo por dentro.
Mi sonrisa es mi máscara, que me protege del que dirá de la gente
es el látigo que consuela mis pensamientos
del reflejo de una realidad diferente.
Me miran extraño y con la ayuda de sus gestos muestran mis errores,
sin conocer las dos partes de la historia
en donde mis acciones fueron de perdedores.
El alcohol se acaba y miro mi diminuto vaso con desidia
el trago amargo acecha y afirma
el final de una familia.
Dividida por sumas de cincuenta que no valen la pena
solo dejan a otras generaciones
torturadas mentalmente por las confusiones
gracias a una decisión ajena.
Máscara efímera
Vivimos en círculos de cotidianidad
existiendo e intentando explotar nuestro ser interno,
para salir de la clandestinidad.
Imitamos y personificamos cosas que ni siquiera somos.
buscando marcar la diferencia
haciendo lo que en el mundo hacen todos.
Sonreímos y actuamos como si nada,
conviviendo en un presente sin límites,
olvidando el daño que causamos en nuestra vida pasada.
Habitamos con la ansiedad de encontrar lo que seremos,
buscando desenfrenadamente respuestas,
vendiéndonos a la sociedad a veces sin saber cuánto valemos.
Y ahí estamos constantemente,
sonriendo y enfrentando demonios
que nos sepultan paulatinamente.
¿Hasta Cuándo viviremos por nuestra propia convicción?
¿hasta cuándo dejaremos atrás las falacias que nos enseñaron
y empezaremos a soñar con emoción?
Mientras tanto, sigue ahí adornando tu rostro con tu máscara,
cuando te arrepientas de no haber vivido,
ya el tiempo no te alcanzará.
La pobreza en la avaricia
Desde lo alto de las tres cordilleras vi
rodeado de matorrales y verdes infinitos que recorrí,
un paraíso que podía ser mucho más
pero por decisiones egoístas no fue así.
¡Porque el poder nos empobreció siendo ricos!
Los valientes soñadores que creaban el paraíso murieron
las plantas fueron testigos de las crueles historias que acontecieron
hasta los monos aulladores se enmudecieron.
¡Porque el poder nos empobreció siendo ricos!
Sus cuerpos en la tierra quedaron enterrados
algunos sin rastro y olvidados
Y los supuestos buenos que hacían derramar la sangre
permanecieron callados.
¡Porque a veces los héroes pueden convertirse en villanos!
Con todo esto los humildes carecieron
ni esperanzas ya tuvieron
hasta los cóndores en el cielo se perdieron.
¡Cómo anhelaría conocer la verdad!
¡Cómo desearía saber la realidad!
Siempre me da una corazonada
de que algún día esta gente tendrá una vida soñada
que, aunque no sea perfecta, sea mucho más humana.
Pero algún día todo se sabrá,
Y los malos al fin caerán
Y las luciérnagas junto a los árboles
en las tumbas de los inocentes, victoria cantarán.
¡Cómo espero ese día!
¡Cómo sueño estar vivo ese día!
Aunque sea muy riesgoso soñar
nunca sobrará en mi cama ese pensar
que la justicia nunca puede en paz descansar.
Y un nuevo día renacerá,
los escépticos se arrepentirán
Y un eco de amor y unión el paraíso adornará.
Si hay un abismo en tu camino
no te frustres hermano
es una prueba del destino.
hay mucha angustia y dolor, que contamina tu alma
y entiendo él porqué ¡créeme!
pero después de la tempestad reinará la calma.
¡Lo material nos corrompió!
El campesino sin su hijo Se quedó,
solo olvidamos y nos quedamos quietos
porque nuestro corazón se ennegreció.
Vemos el caos y hacemos como si no pasó,
solo ignoramos sin hacer nada
porque vivir eso nunca nos tocó.
Y después de años que nos damos cuenta todos
que el país más feliz
no somos.
¡porque el poder nos empobreció siendo ricos!
Palabras de olvido
Todos los hombres selva vinieron a mi hogar,
me despojaron del suelo
que con mi hijo cultivé.
Nos hicieron regar gotas de tristeza
en las vírgenes plantas que un día sembré.
Diciéndonos que a casa no podíamos volver.
Pero mi corazón no guardó rencores
y arrodillado con mi costal lleno de papas
en un camino destapado
al Divino Niño recé.
Los perdoné por todos sus errores,
y le pedí que encuentren
lo que quieren en esta vida ser.
Llegué a la ciudad más grande que junto al miedo y mi pequeño hijo encontré.
La gente se asustaba por nosotros
y no estrechaban mis arrugadas manos con las cuales a sus descendencias por décadas alimenté.
¿Cómo algún día podrás entender? estas palabras de olvido
Porque parece que lo único que te enseñaron a entender es tu ser,
es tu ser.
Imagínate el día en que venzamos al olvido
Y que lo único que dejemos atrás
Sean los actos de intolerancia que con otros por años hemos cometido.
Que forjemos una nación unida desde nuestras raíces
Y que el único derecho sea
Que no existan más los días grises
¿Cómo podrás entender estas palabras de olvido?
¿Cuándo tendremos ese lugar soñado que siempre hemos querido?
¿qué harás para que estas palabras no se transformen en tu olvido?







(Montería, Córdoba, Colombia. 2000). Estudiante de Comunicación Social y Periodismo, Universidad Pontificia Bolivariana.
«La pobreza en la avaricia» y «Palabras de olvidó» fueron mis favoritos, puede visualizar cada detalle, vivir la situación, lo cual aprecio mucho en los escritos porque es difícil conectar con con el público, normalmente uno escribe para desahogarse (escribimos para nosotros mismos).
¡Felicidades! A seguir mejorando cada día más, si se puede.
Muchas gracias por compartir tu talento. Muy conmovedor trabajo. ??