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MALASANGRE

Liliana Majic

 

III

Cómo

acunar mi sangre

roja

violenta

tibia

tierna

viscosa

deambula en

               tus brazos

torrentes

por las calles

bailan

            olas púrpuras

se remansa en

                los órganos

ácida

temible

aferrada

muerta

viva

segundo en que

                       tu mirada

                                me golpea

mi esencia

                      escapa aún

                            se pierde

                                        gris

bajo el agua.

 

 

Desarma

Cuando vi el hacha

era tarde

cayó en el lado izquierdo

entre el cielo y mi hombro

un golpe seco terminó

con la sincronía de los tiempos

comenzó mi muerte

tus ojos muy negros

no entendieron

qué inundaba nuestro parque

                        las paredes

                               y los hijos

tendida en rojo

inmóvil

escuché tus pasos

por la puerta grande

adiviné a oscuras

tu partida eterna

entre el tilo

              y el fresno

que plantamos juntos

el amor y el deseo

me miraban

se reían

la muerte expectante

                       quería saber.

 

 

Asesino

Miró

vi

     sabor de infierno en sus ojos

     los dedos por mi cuello

el temblor

            un indicio

de la luna enloquecida

en mi piel

                           líquidos azules

voz que me sometía

                    inmóvil

cuando desabotonaba mi blusa

conmoviendo cada textura

adueñándose de mis huesos

mi carne quemaba

tentador beso eterno

rompió el esternón

tomó mi corazón caliente

en último atisbo de voluntad

mordí su boca

                     a vivir

                     a vivir

bebí su sangre

                     hui

                      sin latido

victoriosa

intacto mi rojo

vacía de alma.

 

Ajenos murciélagos al alba

buscaron al sol

                        para estrellarse

el corazón latía

                impávido

en la palma de la mano homicida

desde adentro

            sonaba un llanto

confuso

con una navaja

abrió en dos al órgano

               vivo

aullido

un mar infinito

desató millares de lágrimas.

 

Con todos los dedos

cerró violentamente

la herida

                y se fue

el asesino descansa

en su pasión congelada

una vida supuesta

                    espera

pulmón que mira

luz entre las botellas

sueña

bajo su máscara de voces

con las alas plegadas

sobre su circular estatura

duerme atado al perfil de la luna

pájaros extraños lo custodian

desde el ocaso

estrellas opacas lo ocultan

para que su alma se distienda

en orden aparente

cándido yace

entre flores desteñidas de frío

nada impide ver

las cicatrices en su sangre.

 

La sangre escapó de la aorta

al corazón asustado

decidió buscar

                su propia contextura.

 

 

Caótica

Escapa del cautiverio de milenios

para encontrar libertad

al lado del cielo

los pájaros de sus dedos

huyen

hacia el verde caudal de su espalda.

 

El encuentro es inevitable.

 

 

Subterráneo

Todo lo guardan bajo tierra

cadáveres

héroes

sueños

libros

todo lo que duerme bajo tierra

vuelve

crece

florece

bestias.

 

 

Transmutar

Se miraron como animales

se tocaron

la piel se les transfiguró

lloraron

se besaron

                   alterados

se fusionaron en latido único

                        enajenados

las palabras fluyeron más que nunca

se comprendieron

cantaron.

 

Las manos asesinas rozaron el blanco cuello

ella se extendió

atravesó esa espalda

mordió en el núcleo mismo

de su esencia criminal

                                        y cerró los ojos.

 

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3 comentarios en «Malasangre»

  1. Liliana, ¡felicitaciones! Tienes una excelente forma de convertir lo trágico en poesía que pone a pensar… El dolor también es un sentimiento tú sabes aprovecharlo…

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