EN TU MIRAR
Julián Mauricio Álvarez
ME ENAMORÉ
Me enamoré de tus ojos,
entre tus miradas más dulces,
donde sin lugar a dudas puedo
mirarme feliz y enamorado.
Y al mismo tiempo,
me enamoré de tus labios,
entre tus besos más tentadores
que me tienen encantado,
extasiado de placer cuando
tú me besas.
Me enamoré de tu cuerpo,
de ese cuerpo que encaja
perfectamente en mis brazos,
eres tú justamente hecha
a la medida de mis sueños.
Me enamoré de tu delicada, tersa
y suave piel, que entre caricia
y caricia me hacían poesía,
de mí brotaban versos y más versos,
y entre cada verso que escribía
más te deseaba.
Me enamoré al extrañarte,
algunas veces al no tenerte cerca,
aprendí a amarte en la ausencia,
recordando cada detalle de lo
nuestro, para no olvidarte y que
la ausencia no me doliera tanto.
Me enamoré así entre tanta
distancia que me hace esperarte,
que me hace soñar que estás
aquí conmigo al cerrar los ojos.
Me enamoré de ti.
De tu ojos, de tus labios, de tu ser,
me enamoré de tu esencia única
y especial que cautivó mi alma
desde el día en que te conocí.
¡Sí! Me enamoré de ti, mi amada,
y ni cómo negarlo.
Me enamoré de ti entre cada verso
y poesía que tu amor me inspiraba,
entre cada noche donde nuestros
cuerpos se recorrían, y cuando tú
en mí escribías la más bonita poesía.
Y sin darte cuenta ya te amaba,
te amaba más, y sólo por ti yo existía.
Me enamoré totalmente,
completo, como solo yo sé amar.
Me enamoré con cada poro de mi piel,
con cada latido de mi corazón;
te llevo dentro de mí, pues te traigo
en cada respiro, cuando estás conmigo
o al extrañarte entre tanta distancia
que me hace esperarte, que me hace
soñar que un día permanecerás
aquí, conmigo para siempre,
y que al cerrar los ojos al dormir
jamás te irás, y así ya no sentiré más miedo
al despertar, porque entre mis brazos
al abrir los ojos tú estarás.
Me enamoré,
¡Sí!
Me enamoré.
EN TU MIRAR
Cuando veas con otros ojos al amor,
en ese tiempo te volvería a decir
que no habría forma en que te dejaría
a tu suerte, serías esa mitad mía que
florece en todas las estaciones
y en cada amanecer de mi vida.
Mi primer rostro al despertar y el último
al dormir, te protegería y me dejaría
cuidar sólo por ti, te daría tu espacio
y tendría el mío, pero para buscarnos
luego el uno al otro, sembraría flores
y plantas diversas en nuestro jardín,
y las cuidaría con esmero y con amor.
Porque sé que tú la amas, reinventaría
el significado de la palabra: amor,
para que todo el mundo conozca que
sí se puede amar más allá de la distancia,
más allá de los límites, de la imaginación.
A Dios Padre le agradezco el hecho de
conocerte, y que seas parte de mi vida,
ser amigos, cómplices y locos como
nos gusta ser, así como yo te amo,
así como tú me amas, en cada día
de nuestras vidas, en cada amanecer,
cuando el sol sale y su luz es nuestra
para sentirnos en nuestros cuerpos,
en nuestras caricias tan dulces y tiernas,
que nos llena de amor en nuestros
bellos sueños, tan mágicos.
Donde solo tú y yo compartimos este
sentir tan profundo que toca nuestras
almas, y nos llena de los más bellos
recuerdos, momentos y sobre todo
sentimientos de amor real y verdadero.
Tú eres el elixir de mis días, de mis noches,
amor mío, nunca me apartaré de tu lado,
siempre estaré y tomaré tu mano,
caminaremos juntos compartiendo cada
pensamiento, cada tarea que hagamos.
Juntos estaremos por y para siempre,
amor de mis sueños, amor de mis días
y de mis noches, amor de mi sublime,
mágica y bella inspiración.







(Ipiales, Nariño, Colombia) Estudió en el Colegio Nacional Sucre. Gusta de la lectura, y escribir poesía. Ha participado en eventos nacionales e internacionales en este rubro.
Gracias por compartir con nosotros tus poemas, Julián! El primero me ha gustado mucho, porque has logrado transmitir cómo el amor va calando poco a poco, entrando primero por los ojos hasta acabar conquistando cada nuestro poro corporal y espiritual. Me ha gustado esta imagen fluyente y continua!
Gracias por compartir tu talento ?? saludos desde México ??
Bella poesía me encantó muchos éxitos amigo