Saltar al contenido

ASÍ SIN RUIDO

Gastone Cappelloni

 

Así sin ruido

bautizaron la delgada coraza

de mis sobrias composturas,

saludándome y rodeándome

con garras de melancolía,

con la muerte en sus regazos,

y gritos maternos, paternos,

de dolor, sin porvenir,

de esperanzas esclavas

de años,

sin vestimentas,

intensos,

caldeados por gélidas circunstancias.

 

Yo, hijo predilecto,

nacido de las lágrimas

inenarrables de los adioses,

os guardaré en los remiendos eternos

de la memoria.


 

Così senza rumori

battezzarono l’esile corazza

di mie sobrie compostezze,

salutandomi e contornandomi

con artigli di malinconia,

con la morte nei loro grembi,

e urla materne, paterne,

di dolore, senza avvenire,

di speranze schiave

di anni,

senza vestiari,

intensi,

riscaldati da gelide circostanze.

 

Io, figlio prediletto,

nato dalle lacrime

indicibili degli addii,

vi serberò nei rammendi eterni

della memoria.

 

 

Madre mía, quiso el destino

que los arco iris de los albores

me vistiesen

de pesares y contrariedad,

en los aromas

que el olfato no reconoció,

 

tendiéndome

donde los escalofríos

de las olas

negaban la oculta leche

de relajantes moradas,

y las vejedades de los  padecimientos

violaban

las espiritualidades

del corazón,

empujándome

en las las cenizas

de Patrias sin vivir.


 

Madre mia, volle destino

che gli arcobaleni delle albe

mi vestirono

di dispiaceri e disappunto,

negli aromi

che olfatto non riconobbe,

 

coricandomi

ove i brividi

delle onde

negavano l’introvabile latte

di riposanti dimore,

e le vecchiaie dei patimenti

violavano

le spiritualità

del cuore,

spingendomi

nelle ceneri

di Patrie senza vissuto.

 

 

Siete de la tarde,

soplo ligero de invectivas,

comienza el viaje

en los meandros

de las inquietudes.

Bostezo sufrido,

océano que no me pertenece,

sueño enredado

en los polvos de las preguntas,

en el inconsciente dudoso

de las mismas fragilidades.

 

Tres de la madrugada,

descansa el arado,

en la rutina primordial

de mis fatigas.

Reordenar la mente,

palabras cosidas

con hilos de despedidas,

la ilegible firma,

de los diecinueve años.

 

¡Milésimo embarcado!


 

Sette di sera,

sbuffo leggero d’invettive,

inizia il viaggio

nei meandri

delle inquietudini.

Sbadiglio sofferto,

oceano non mi appartiene,

sogno imperlato

nelle polveri delle domande,

nell’inconscio dubbioso

delle stesse fragilità.

 

Tre di mattino,

riposa l’aratro,

nella routine primordiale

delle mie fatiche.

Riordinar la mente,

parole cucite

con stoffa del commiato,

a firma illeggibile,

di diciannovenne.

 

Millesimo imbarcato!

 

1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (Ninguna valoración todavía)
Cargando...

2 comentarios en «Así sin ruido»

  1. Versos llenos de mucho dolor, un dolor proveniente tanto del recuerdo de palabras  «palabras cosidas con hilos de despedidas» como casi de situaciones o sentidos que nos confirman, por su dolor, que seguimos vivos»meandro de inquietudes «, «bostezo sufrido» (una imagen muy dispar para mí y muy innovadora), «sueño enredado», «aromas que el olfato no reconoció «, «escalofríos «,etc.

    Me ha parecido muy interesante como hasta la misma naturaleza que presentas fulminantemente como en el caso del  «arco iris de albores» (con este segundo sentido de los amaneceres del alma también) o el mar, los personificas tan solo para aumentar el sufrimiento y no para aliviarlo, como se suele leer en otros poetas.

    Bellos poemas que te impregnan de mucha tristeza!

Déjanos tu comentario

error: ¡Contenido protegido!