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LOVE: UN ÁNGEL DE AMOR

Carlos Morales Herrera

En una pequeña ciudad una madre apasionada por la vida, afrontaba con valentía un proceso agresivo de lucha contra el cáncer, era consciente de lo traicionera de esa enfermedad por lo que decidió no deprimirse, dándole la cara a la existencia disfrutando plenamente cada nuevo amanecer.

Se despertó emocionada y motivada por el cumpleaños número treinta de su único hijo; comenzó a planificar los preparativos para la cena sorpresa; salió temprano, antes que el cumplimentado despertara, a la plaza de mercado, a comprar todo lo necesario.

A la media mañana lo llamó a su trabajo para saludarlo, le dijo que no se preocupara que estaba donde una amiga pasando el día. Con el fin de despistarlo no lo felicitó.  Preparaba el menú para sorprenderlo cuando llegara en horas de la tarde/noche.

Llegó un poco cansado de su rutina laboral y triste porque su madre no se había acordado de su cumpleaños, encontró todo en penumbra, pero percibió olores agradables. Su progenitora al sentir su presencia encendió la luz. De inmediato se escuchó al fondo de la sala un coro: «sorpresa». Su mamá lo felicitó y lo abrazó fuerte.

Lo ubicó frente a la torta de fresas horneada por ella misma, le cantó el «cumpleaños feliz», le dijo que pidiera un deseo con todas las fuerzas de su corazón. Él cerró los ojos, le pidió con fe al Padre celestial que su mami nunca lo abandonara. Cortó en dos la torta y ella se retiró a la cocina a buscar el plato fuerte.

Compartieron una deliciosa musaca de berenjena con carne molida, pollo desmechado, jamón y queso, para conmemorar esa fecha especial e hicieron un brindis con cócteles sin alcohol.

Su madre le vendó los ojos, diciéndole que ya volvía que no se fuera a desesperar. Al regresar le quitó la venda y vio una caja mediana, color turquesa. Lleno de curiosidad soltó el lazo blanco con huellitas negras, la destapó y sus ojos reflejaron un mar de emociones al ver el contenido: un Labrador cachorro, blanco, de raza, ojos azul profundo. Lo levantó atrayéndolo junto a su pecho diciéndole:

—Gracias mamita por haberme dado la vida, por la educación que me diste para convertirme en un hombre de bien con principios y valores firmes, por festejar conmigo un año más de bendiciones y por regalarme este cachorro que es como un angelito, ¿qué nombre le ponemos?

Ella respondió:

—Lo he hecho con mucho gusto. es la misión de las madres hacer todo con amor salido de nuestras entrañas y que se va nutriendo lentamente en el tiempo de gestación. Perdura por el resto de nuestra existencia y trasciende. Tengo la certeza que al partir de esta tierra desde el cielo continuaremos enviando luz y energía de amor al fruto de nuestro vientre. Pongámosle Love, porque te lo he regalado con todo mi amor, hijito querido.

Con todo su calor maternal, lloraba en su corazón agradecida con la vida por ese ser noble de buen proceder que había formado. Después de un corto momento él le dijo: «Madre hoy es mi cumpleaños. Es un día para disfrutar y para eso vamos a cantar como cuando era niño y adolescente».

Con vídeo Beam y computador hicieron una velada de karaoke hasta la medianoche. Madre e hijo hicieron duetos, también en solitario cantaron boleros, baladas pop en inglés, italiano, español y francés. Fue un compartir a lo grande, como cómplices olvidando todo lo relacionado con el flagelo de la enfermedad.

A los tres meses la columna vertebral de su ciclo vital, su motor, desafortunadamente perdió la lucha contra ese monstruo, fue un momento crítico en la vida de David Salomón que tuvo que internarse un mes en una clínica de reposo para lidiar con la depresión y la tristeza profunda por la que estaba pasando.

En ese período sentía un aliciente al tener a Love, su amigo, para apoyarse en él. En ese tiempo una compañera entrenaba a su perro.

Love se había convertido en un miembro más de la Clínica, todos los pacientes jugaban gustosos con él e incluso la Dirección estableció una terapia de sensibilización, confianza, fortalecimiento de la autoestima donde los internos introvertidos hicieran actividades con el perro compartiendo tiempo de calidad desarrollando sus habilidades comunicativas y físicas, ya que se les despertó la motivación por el juego, incluso salían de sus habitaciones e interactuaban con los demás al aire libre.

Las historias de vida exitosas del canino (a raíz de esta terapia) invadieron las redes sociales al punto que se fraguó un plan para robárselo y venderlo debido al talento que poseía, su peculiaridad, su raza, su color y sobretodo su entrenamiento.

Al cumplirse el tiempo programado de su rehabilitación, el Consultorio Jurídico logró una negociación internacional y la empresa contratista solicitó que David Salomón dirigiera el proceso por las excelentes recomendaciones que tenía, por un lapso de seis meses.

Los primeros tres meses transcurrieron muy bien en el extranjero gracias a la gestión perseverante. Su proactividad constituyó un clima laboral armonioso con un equipo de trabajo eficaz y eficiente. Al finalizar la primera etapa productiva lo llamaron para informarle que a su amigo fiel lo habían secuestrado.

Fueron los tres meses más horribles después de la muerte de su madre, llenos de vacío y preocupaciones, sentía que había naufragado en su sufrimiento, sin embargo, seguía cumpliendo a cabalidad sus compromisos con el bufete de abogados, pero también hablando con las autoridades de su país, enviando anuncios a sus familiares por las redes sociales, conocidos y amigos sin obtener noticias.

Cuando terminó su labor hicieron la evaluación del proceso con indicadores favorables con veinte empresas abiertas marchando con paso firme y por consiguiente habrían conseguido un buen margen de ganancia, se hizo un brindis con vino tinto semiseco y un buffet. El evento fue breve, le pidió el favor a la secretaria que llamara a un taxi para llevarlo al aeropuerto.

Le agradeció a la Junta Directiva por la oportunidad, el apoyo recibido en lo laboral y personal en ese momento difícil. Todo el equipo lo despidió con un abrazó deseándole que apareciera su amigo Love.

Al pisar su tierra natal después de dejar sus pertenencias llamó a la clínica para informarles que ya estaba de regreso y pedirles que lo acompañaran a pegar avisos en los árboles de los parques.

Luego de entregarles los volantes quedaron en reencontrarse en tres horas. Transcurrido el lapso establecido todos llegaron al punto de encuentro en el parque central sudorosos, pero con la satisfacción de haber avanzado en la labor, se tomaron un refrigerio para mitigar el calor y continuar con la tarea por los alrededores esperando de que la búsqueda de Love pronto llegara a su final.

Cuando pegaba el último volante en un árbol de campano envejecido, escuchó la voz de su madre que le susurraba al oído: «Hijo amado, deja de preocuparte por Love. Recuerda que siempre estaré acompañándote en la tierra enviándote mi luz y energía de amor donde quiera que vayas. No olvides luchar con todas tus fuerzas por ser feliz. Te amo. Ahora mira hacia abajo».

Inclinó lentamente la cabeza, conmovido por la dulzura y sinceridad de esas palabras, cuando lo vio después de tanto tiempo percibió como si a sus pulmones les llegara oxigeno nuevamente gritando alegremente

—¡Love!

El perro le puso las patas en el pecho, David Salomón se agachó para abrazarlo, cuando lo tuvo en su regazo el can perdió el aliento.

El abogado gritó desesperadamente por ayuda explotando en un amargo llanto. El personal de la Clínica de Rehabilitación Integral al escuchar los gritos, a pesar de la lluvia llegaron inmediatamente. Uno de ellos llamó a una ambulancia de la clínica veterinaria. A los quince minutos lo trasladaron a sus instalaciones.

Al preguntarle al galeno por el diagnóstico de Love, respondió que presentaba un cuadro de desnutrición severa, deshidratación y agotamiento, al parecer por haber caminado varios kilómetros.

Estuvo internado una semana, lo purgaron, le suministraron vitaminas y salió como un roble de allí. El dueño prometió nunca volver a abandonar a su mejor amigo.

Tiempo después David Salomón abrió la Fundación Ángeles de Amor con el apoyo de la Clínica de Rehabilitación Integral y la clínica veterinaria Huellitas de Amor.

Megan Maxwell, la compañera que entrenó a Love, terminó sus estudios en Etología (Formación e Instrucción Canina), David Salomón y ella se hicieron novios, ya que tenían muchos más aspectos en común que de los que ellos pensaban. Fue contratada como la entrenadora de planta de los perros de la calle con el objetivo de capacitarlos para que fueran adoptados por familias e instituciones convirtiéndose en guías para invidentes, compañía para niños, adolescentes, adultos y ancianos para ayudarlos en el desarrollo de habilidades comunicativas, además como vigilantes de seguridad y compartir en la ejecución de su actividad física como caminata y trote.

Fue una obra magnífica y amiga del medio ambiente porque no había excremento y orina por doquier con fuertes olores, disminuyeron los canes enfermos y muertos por atropellamiento de tránsito producto de la indigencia canina. Fueron muchas las instituciones y hogares felices con sus nuevos miembros, que desde que llegaron a su lado se convirtieron en ángeles de amor marcando huellitas día tras día en sus corazones.

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Revisión: Joel Peñuela

7 comentarios en «Love: un ángel de amor»

  1. Felicitaciones Charly, una historia con matices grises por lo duro que es la perdida de un ser amado, pero también con un final feliz por los principios y valores que refleja el personaje principal.

  2. Qué lindo y entretenido relato estimado Charly..!!! Todas las peripecias nos conducen al mismo punto:el amor siempre es el puente para alcanzar todas las cosas que queremos. Love es el puente entre la mamá y ese hijo, y con los demás personajes …para alcanzar definitivamente la felicidad tan ansiada. Felicitaciones Charly por tan lindo relato..!! Me encantó..!!! Excelente mensaje..!!! ?????

  3. Charly, qué homenaje más bello a la conexión y sensibilidad compartida entre una madre y su hijo. El perro, cual sustituto de la madre se va con su primera ama y señora una vez cumplida su labor, otorgarle o encontrar amor para su amo subordinado. Me ha gustado el color azul de sus ojos, ya entonces presientes que el color del cielo significa que la muerte anda cerca. Saludos!

  4. Saludos señor Carlos Morales tiene usted una gran sensibilidad, gracias por haber publicado esta bella reflexión que estremece el alma cuando uno leé tan tierna historia.

  5. Señor Carlos, ¡felicitaciones! Te mueves tan bien en la poesía y, otro tanto en prosa. Me encantó esta narración y tu linda historia. Gracias por regalarme el nombre para el perrito de mi hija, Love.

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