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LA VICTIMIZACIÓN DE UNA GUERRERA

Marianné Rivera

Ella camina tristemente bajo el tímido brillo del sol, que intenta salir de aquellas nubes grises del cielo nublado. El intenso frío que acompaña la mañana arrastra consigo cierta melancolía, que cala en la fragilidad de sus memorias. Mientras avanza, recuerda la dureza con la que le ha tratado la vida y como ha soportado el inminente dolor que poco a poco, fragmenta su cuerpo y destruye su alma. La desolación momentánea se apodera de su ser y la lleva a reflexionar sobre lo vivido, sí, tendría todo el derecho a estar resentida con la vida, y mirar al cielo para reclamar a la providencia por dejarla varada en aquel devastador lugar, donde la realidad la hunde en el profundo y desolado abismo, los sueños sin consuelo reaparecen y minimizan la esperanza al instante. Las ideas en su cabeza se tornan cada vez más oscuras, y poco a poco se llena de melancolía, igual a la mañana en la que camina sin rumbo, cansada de la vida y de las dificultades que prevalecen en ella. Tal vez está destinada a ser la mártir de las situaciones difíciles y mendigar lástima para despertar la compasión en los otros, por un momento, se siente la víctima de las circunstancias que prevalecen en su día a día.

Pasan los minutos y las nubes desaparecen, lo que permite que el sol brille intensamente por un instante. Ella no lo nota porque está inmersa en sí misma, hasta que una extraña ráfaga de aire juega con su negra cabellera y acaricia delicadamente su cansado rostro. Este hecho la saca de la introspección a la que ha estado inmersa, entonces mira el cielo despejado, respira profundamente y retoma sus pensamientos, sabe que convertirse en la víctima de su propia historia es sinónimo de abandono, y sí, tal vez los golpes de la realidad sean devastadores y tengan el poder para arrojarla al precipicio, pisotearla y hundirla una y otra vez, sin embargo, está consciente de la guerrera que habita en ella y que es capaz de decidir, levantarse y salir adelante con las virtudes que posee para hacer frente a cualquier situación. Sabe que solo necesita buscar la llama de la pasión que aviva su corazón y salir al mundo para hacerle frente al destino en lugar de culparlo.

Por un momento la victimización puede apoderarse de la guerrera, sin embargo, es un lujo que no puede darse siempre ya que debe ser responsable de su propia existencia, y tal vez la de alguien más. Por ello trabajar duro para superar los obstáculos que se presentan es un deber, y ser víctima no es una opción. Hoy su alma esta agradecida por la oportunidad de existir y anhela crear una excelente historia de vida en lugar de ser víctima de ella. 

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7 comentarios en «La victimización de una guerrera»

  1. Gracias Mariamé importante reflexión que lo tomo como homenaje a la mujer guerrera que a veces puede arrojar esta fortaleza y verse débil, victima, despojada de la fuerza que la acompaña. Excelente reflexión. Felicitaciones

Responder a Nidia CavadíaCancelar respuesta