Laceración
Impacto, horror, silencio y muerte
carne, piel y fuego,
silencio dormido, desasosiego
y estas ganas tremendas de extinguirme
tensa calma. Murmullos apagados,
recuerdos grises y sonidos,
vueltas al mundo enloquecido
y estas ganas tan ondas de extinguirme.
¿Dónde van las almas que han estado
compartiendo este trozo de universo?
¿Dónde está tu espíritu escondido?
¿Dónde más que en todos mis recuerdos?
Lacerado mi cuerpo te confunde
con las cosas más bellas que contemplo
y mi alma vagabunda te descubre
detrás de una bruma densa de silencio.
Silencio callado que retumba
contra las paredes duras de mi tiempo,
mi tiempo que se detuvo en tu sonrisa
en tu último abrazo que hoy es recuerdo.
Me despierto por las noches confundido
en un sudor helado y asfixiante
no distingo los días ni las noches,
pero el dolor, en todo, es la constante.
No creo en nada y todo es tan real,
después de tanto llanto y desconsuelo
descubro que ya todo esto es pasado
y que mi cuerpo lacerado
tendrá que soportar muchos inviernos.
Me queda mucha Luna por delante,
y noches salpicadas de silencio.
La sal del mar hoy es mi amiga
y hace latir aún más la herida.
No hay calma en mi pecho destrozado
ni articula palabra ya mi boca
solo el sueño alivia este tormento
que a mi cuerpo lacerado desmorona.
Ha de haber un tiempo para vernos
por última vez y darte un beso,
un abrazo apretado y un te quiero
para seguir viviendo o… respirando.