Saltar al contenido

MUJER INDÍGENA

Elizabeth Alejandra Castillo Martínez

 

Mujer

Eres creación divina,

frágil, bella, tierna, amorosa

sacrificada, luchadora, emprendedora,

fiera, para defender tus creencias

y tu descendencia.

Ardiente para mostrar a quien amas

tus más puros deseos,

con coraje,

para alcanzar todos tus sueños,

decidida,

para vencer todas las tormentas,

aun cuando estas sean de fuego.

Mujer al fin

todo tu ser, es bello.

 

 

Flores marchitas

En el jardín de la vida existen flores bellas

flores de diversas formas, colores y aromas.

Las hay en diversas calles, casas y jardines  

Camelias, Azucenas, Gardenias o Jazmines.

Hay otras flores bellas en la floristería

para halagar a los gustos que son refinados,

estas flores después del toque se marchitaron

y se quedan tristes en floreros olvidados.

También las hay que por su aroma y gran belleza

son llevadas a casa para decorarla.

Pero confiados de haber logrado tal proeza

se olvidan de cuidarla, hidratarla y abonarla.

Es una gran tristeza que tan hermosas flores

pierdan su frescura, su belleza y su color

por el descuido del que se presume su dueño

que no les prodiga cariño y les causa dolor.

 

 

Niña Madre

Hasta hace poco solías jugar,

con muñecas, trastecitos y algo más.

 

Tu rostro dibujaba hermosas sonrisas,

y la vida, la pasabas sin prisas.

 

De pronto todo cambió,

tu carita la sonrisa perdió,

te escondías de los demás

y ni a tu padre querías mirar.

 

No lograbas comprender

por qué tu cuerpo se transformaba

o por qué aquel sujeto

tu virginal cuerpo manoseaba.

 

Pasaron muchas lunas, el cielo se despejó,

y a tus brazos un muñequito nuevo llegó,

tu instinto maternal despertó.

La gran sonrisa volvió…

 

Desde ese día lo defiendes

con tu propia vida,

su sueño vigilas con cautela,

en tu regazo lo amamantas con amor.

 

Todo ha cambiado, ahora vuelves a jugar

porque sin entender porqué

A tu vida llegó otro tipo de felicidad.

 

 

Mujer indígena

Mujer, eres indígena en tu esencia ancestral,

no por el atuendo que usas, ni por tu caminar,

tu historia y cultura en tus ojos brillan,

conocimiento y sabiduría que nos inspira.

 

En tus manos llevas la tierra y la tradición,

guardiana de la naturaleza, con devoción,

tu voz es la melodía de la montaña y el río,

eres un faro de luz en nuestro sombrío.

 

Con la mirada llena de historia y raíz,

defiendes a las hijas del maíz

mujer indígena, fuente de resiliencia,

en tu lucha encontramos la inspiración y la conciencia.

 

Tu espíritu, tu cultura, tu corazón fuerte,

en este poema honramos tu valiente suerte.

Mujer indígena, eres faro de esperanza,

en la diversidad eres bonanza y voz que se alza.

 

Mujer de raíces, profunda y sincera,

tu cabello enlaza la noche y su estrella,

tus ojos luceros de la madrugada,

tus senos, montañas, naturaleza amada,

Y tu voz…melodía como el cenzontle canta.

 

1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (3 votos, promedio: 5,00 de 5)
Cargando...

Déjanos tu comentario