Hermanos
Estaba conmovido, como sucede siempre que habla acerca del menor de nosotros; su voz, cansada ya por el peso de los años, sonaba frágil y se notaba el esfuerzo que hacía para no llorar.
(Fonseca, La Guajira, Colombia. 1965) Abogado, especialista en Derecho Procesal; Docente universitario en las áreas del Derecho Procesal, Derecho Penal y Metodología de la Investigación; Conferencista en temas de superación personal y liderazgo. Político y Empresario. Sitio web: https://jorgeparodiquiroga.com/
Estaba conmovido, como sucede siempre que habla acerca del menor de nosotros; su voz, cansada ya por el peso de los años, sonaba frágil y se notaba el esfuerzo que hacía para no llorar.
A todos los entiendo y no los juzgo; estamos acostumbrados a titulares rimbombantes, magníficos, extravagantes, tan sugestivos como “La clave para hacerse millonario de la noche a la mañana”
Esa tarde, mientras salía de su habitación, pude percibir el doloroso esfuerzo que le costaba a mi mamá dar cada paso, aún recostada al caminador sobre el cual se apoya desde hace algunos años y me dio mucha tristeza verla así.
El calor infernal de aquella habitación diminuta que Josías compartía con sus hermanos hacía difícil la respiración; la sepulcral penumbra que lo envolvía era angustiante y él todo lo que deseaba era caer profundamente dormido…
Besos tan dulces, como sentimiento
que en la piel de los labios entrega el alma aprisionando esta vida que te entrego con ansias para calmar esta sed que sólo tu sacias. Son besos de caramelo que yo amo…
Ante la infame muerte, que proceda, no temo, me voy feliz, pude tenerte.
Irrumpiste altiva, imponente y bella Iluminándolo todo con tu sonrisa alegre y en el travieso sortilegio de tu cabello que enmaraña se enredó mi razón y fui libre por siempre…