La furia del viento
El viento arrecia, ahora es la puerta la que intenta con todas sus fuerzas contener la furia del aire que la sacude con rabia. Cierro los ojos, tomo un sorbo de café, y me asalta una duda.
(Toluca, México. 1977) Trabajadora Social por profesión y escritora por convicción. Autora del libro "Una horMONA extraordinaria ¿Quién? ¿Yo? Las mujeres somos maravillosas ¿por qué no lo creemos?" 2014. Coautora del libro "Nosotros también nos acordamos" de la escritora Margo Glantz, publicado por la Universidad Autónoma del Estado de México, 2015. Colaboradora en la revista electrónica “Contraportada El Dossier Ciudadano”, Toluca, Estado de México. Conferencista en temas relacionados con el desarrollo personal.
El viento arrecia, ahora es la puerta la que intenta con todas sus fuerzas contener la furia del aire que la sacude con rabia. Cierro los ojos, tomo un sorbo de café, y me asalta una duda.
Era Soledad, quien la saludaba amablemente. Abril, inquieta, intenta alejarse con la firme intención de desaparecer y esconder la inmensa soledad que en ese momento percibe.
Los gestos y las muecas en su cara vislumbraban dolorosos recuerdos que no podían ser percibidos por la pequeña Sahara.
Ella se enamora de un contrabandista que se juega la vida en este ambiente.
Hoy, la barca me traslada, por un instante, al maravilloso mundo de mi infancia, cuando tenía seis años y dormía en la acogedora cama de mi habitación ubicada a un lado del jardín.
Pasan los minutos, sigo sin teclear palabra alguna, solo puedo pensar cómo en este momento la realidad supera a la fantasía
La sombra del temor reaparece una y otra vez con la misma pregunta ¿Qué vas a hacer?
No existe excusa alguna para no sonreír. Tus buenos pensamientos te ayudan a caminar libre.