Mujer indígena
En tus manos llevas la tierra y la tradición, guardiana de la naturaleza, con devoción, tu voz es la melodía de la montaña y el río, eres un faro de luz en nuestro sombrío.
En tus manos llevas la tierra y la tradición, guardiana de la naturaleza, con devoción, tu voz es la melodía de la montaña y el río, eres un faro de luz en nuestro sombrío.
Si yo fuera un poema
la más bella elegiría
y la rosa de Inglaterra
Daría a luz en invierno.
Quisiera dormir y no despertar jamás, porque esta humanidad me acaba de matar con sus frías ganas de mantenerme como parte de un rebaño que va al matadero con gran felicidad, sin saber que, ese, su último día será.
Tocar tu pecho, deslizar mi mano, llegar a lugares ocultos que solo tu conoces, sentiste por mí, vibraste por mi, te lubricaste y te viniste en mí.
Los ojos se despiden con la promesa del próximo puente, nos marchamos lentamente. Tranquilo que en cada despedida también hay esperanza,
la esperanza de la distancia, me susurra al oido el fantasma que con tu nombre me persigue.
Pasajes anónimos a las rejas de la escuela los días de los recitales. La mirada cose el dobladillo de los recuerdos más allá de la acera de colillas y desperdicios y luces navideñas de la Navidad ajena.
Macarena, la hija favorita de García Norambuena, el ricachón más renombrado de la ciudad. La pequeña rubia, arisca, malhumorada “piernislargas” debía todas las materias del colegio y su padre estaba bastante molesto con sus calificaciones que, de seguir como iban, la inhabilitarían a ingresar a la universidad que él había soñado para ella.
¿Qué pasó? No lo sé me senté y no llegó la noche se oscureció mi habitación ya no huele a ti estabas, pero no estabas solo tu sombra quedaba…
Las poesías de amor se convirtieron en anhelos y suspiros del pasado, porque hoy en día solo llegan mares de lágrimas en mis versos.
Poco después, fijé mi mirada al recinto, hice un barrido de trescientos sesenta grados y noté un altar adornado con velas, un cristo en crucifixión, dos vasos de agua a la mitad y muy pocas flores.