La casa de los lirios morados
Esa noche llovía torrencialmente y su automóvil se detuvo justo en frente de la casa de los lirios morados. El nivel del agua comenzó a subir en la calle y la radio de su taxi dejó de funcionar.
Esa noche llovía torrencialmente y su automóvil se detuvo justo en frente de la casa de los lirios morados. El nivel del agua comenzó a subir en la calle y la radio de su taxi dejó de funcionar.
Luego de terminar su plegaria, observa todo lo que hay a su alrededor: la gran extensión de su parcela donde trabaja diariamente …
Contento con el hallazgo, se dirigió hasta su casa y contó a su esposa lo sucedido; entre los dos comenzaron a planear la manera de raptar a la niña…
Tiempo después de haber serpenteando por las calles, paramos frente a una casa de esquina; era grande y rosada, se veía antigua.
Carla tenía el cabello rojo, ensortijado y brillante; le caía y bamboleaba de un lado al otro cuando trotaba alrededor de la plaza.
Cuando Efraín salió en la mañana del miércoles a muy tempranas horas, impulsado por el rescate de ideas y meditaciones que lograban remover la conciencia por épocas, lo que advertía su precariedad…
Para los testigos y el acusado que serían llamados al estrado, así como para los asistentes, el tener que comparecer en este juicio…
Su rostro, que se había vuelto severo y enjuto, se encendía y apagaba al compás del titilar parsimonioso de los bombillitos de colores que afloraban del árbol de navidad apostado en un rincón de la sala.
La muerte es caprichosa y se parqueó a esperarlo en Mariangola. La fiebre alta a consecuencia del paludismo, lo obligó a detenerse allí, con recua de mulas, contratadas apenas desembarcó en Cartagena,
El Cacique, un médico amigo de la casa, al compás de música vallenata y bajo la sombra de un frondoso almendro siempre me dejaba perplejo por la extraña forma de expresarse.