Saltar al contenido

Cuento

Gratis

Una camioneta desvencijada recorría las callecitas de tierra y un altavoz anunciaba la llegada del parque de diversiones, cada tanto soltaba un puñado de boletos, porque para iniciar sus actuaciones querían reunir a la mayor cantidad de visitantes.

Réplicas

Inconsolable se levantó de su sillón giratorio y se dirigió a su habitación. Cerró la puerta tras de sí con llave y se tiró sobre la cama. Tendido e inmóvil como un cadáver, clavó la vista en el cielo raso y dejó ir sus pensamientos tras los acontecimientos de los últimos días.

Cronista

Con dificultad, toma el cincel y se dirige a las rocas que se alzan mirando al Oeste como desafiando a ese Sol impávido.

Isabelle encontró a un amigo de su mismo mundo

Para Isabelle, el mundo era como un rompecabezas diferente y hermoso, pero a veces no lograba comprenderlo. A diferencia de sus amigos, Isabelle caminaba siempre en puntillas como si llevara tacones, al emocionarse no paraba de brincar, girar y sacudir sus manos muy rápida y alegremente como un colibrí…

Marita

Marita perteneció a una acaudalada familia de campo, con muchas propiedades y costumbres arraigadas a la vieja usanza, de comprometer a los hijos para casamientos convenientes a los que nadie se le ocurría oponerse.

El lamento de un árbol

Mientras el leñador se alejaba, en su mente rondaba la idea de buscar en el concepto emitido por el sabio cedro. No lo encontró por ningún lado, tal vez por las condiciones del diccionario: vetusto y desojado. Volvió de nuevo donde se ubicaba el cedro con para seguir su labor de corte.

El héroe oscuro de Lili

Lili mi amiga un año mayor que yo iba siempre a casa a ayudarme a cuidar a mi hermanita menor, tenía otra amada hermana, la del medio que en Venezuela estaba con mi abuela y poco venía a vernos, pero sabes que esa es otra historia.