Bella Tempestad
El rayo y el trueno se han confabulado, han hallado en la herida, la manifestación divina de la gran descarga. han caído, los he sentido juntos hundirse en mí.
El rayo y el trueno se han confabulado, han hallado en la herida, la manifestación divina de la gran descarga. han caído, los he sentido juntos hundirse en mí.
Te perdí en ella como quien pierde la infancia después del primer beso. En esta hora opaca
El correo de la noche trae noticias tuyas, noticias que llegan en las voces de mendigos…
Sé que tu primer suspiro se posa en mi pecho, y jugamos a amarnos aunque termine pronto el fuego, qué importa que la ceniza me consuma por dentro…
Cuerpo frágil de mujer desnudo te pareces a la pasión y al deseo incontenible…
Renuncio al calor de tu cuerpo junto al mío y al dolor que dejas cuando has partido. Renuncio a entregarte mis cálidos brazos,
renuncio al dibujo que haces en mi espalda con tus dedos fríos.
Suelo ser muy temerario, no intentes cortar mis alas. No soporto el cautiverio, mucho menos las jaulas.
Disfruto escribir poemas y poesías para ti, y más cuando imagino tu sonrisa y tu mirada, tan dulce y cálida como aquella noche en la cabaña.
Es sensacional esa condición; a pesar de ser mi imaginación,
no imagino un número mayor al valor que tienes en mi corazón.
Quiero sentir siempre tu sudor, cuando estalle con el mío un volcán en erupción… ¡No más al hacernos el amor!
La pasión que corre por nuestras venas se traduce en el golpe de cada palabra que damos, en la fuerza de nuestros ademanes, en la fantasía de nuestros pensamientos, en la repetición, de la repetición de las acciones que son la base del amor.