Cuentos de mi barrio
En el marco principal de mi barrio, no solo vivían las familias de más renombre, sino las más numerosas; algunos de los jefes de estas familias hacían alarde de sus glorias pasadas…
En el marco principal de mi barrio, no solo vivían las familias de más renombre, sino las más numerosas; algunos de los jefes de estas familias hacían alarde de sus glorias pasadas…
Ocho sentía el pasillo eterno, e incluso veía como las paredes se alargaban drásticamente frente a él. Quizá el alcohol empezaba a hacer efecto, pero solo había tomado whisky con su amiga Mónica.
Desperdicié mi tiempo hablando de ti, diciéndoles a todos que tú no eras así, joder, te defendía a capa y espada como dragón a un castillo, como abeja a una flor, pero te importó un carajo todo lo que di por ti.
Más allá unas manos se levantan en una comunión con el viento y mientras cantan un dulce, una cartilla de inglés, de hierbas medicinales, de salvación de las drogas, de una cruz que guía, de lápices y lapiceros, borradores de nata, piden una moneda para comprar un pan,
El duelo general que se percibe, enrarece el aire y mancha con intensidad la alegría de los seres que habitamos este universo. Hoy, una vez más intento cerrar los ojos y dormir tranquilamente para descansar de la agotadora jornada de trabajo
Veo el techo tratando de buscar alguna explicación, una ayuda, a la final tengo mi mente en blanco. No comprendo nada.
No podemos amar cuando condicionamos el cariño de los demás; estamos corriendo el riesgo de sembrar también un poco de rencor, un poco de irreverencia, un poco de: te quiero, pero…
Era un juego inteligente entre tangibilidad e intangibilidad, proyecciones y vacíos que te daban una graciosa y placentera noción de espacialidad.
A medida que me iba acercando más al auxilio de ella, la niebla iba penetrando mis poros, el dolor era insoportable, sentía como mis oídos no podían soportar el ruido…
A los meses se hizo todo en mi contra, y hoy soy un desdichado prisionero, me la pasé en la única ventanilla de la celda, buscando en el cielo un pedacito de alas de la Madame…