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Sin Categoría

Fragancia

Julio la había conocido en un bar gay. Se consumieron con los ojos aquella noche de octubre. Llovía. Reconocieron, casi de inmediato, que se necesitaban.

Tus ojos

Sería hermoso mirarlos mientras escribo y pienso, mientras aprieto, contra el mío tu pecho. Mucho mejor sería, cerrarlos con un beso.

Mujer Wayuu

Mujer guerrera, hambrienta de sueños, con ese saco de sal que arrastra con mucho esfuerzo
eres toda una diosa, mujer wayuu eres preciosa
todos se deslumbran que mujer tan majestuosa.

Campbell

Quise alejarme de allí. No tenía sentido acompañar el cadáver de desconocido. De repente, me asaltó la esperanza de que Campbell viviera. Ostensiblemente, un temblor que me venía de adentro me hizo callar mientras los mariachis cantaban canciones de Juan Gabriel para el supuesto Campbell.

On´barco de besos

En tanto nada la seduce, su cocina es tan blanca igual a las margaritas, las ventanas tienen cortinas a cuadros azules claros descoloridos, muy pequeños; el cuchillo para cortar Quttin con alveolos, es una hoja que resuena sobre la tabla de picar.

Ausencia de su cielo

Fuerzas le quedaban, todavía; voluntad, mucho más. Vuelve a pujar, una vez, otra… Y ve la criatura asomar por la cavidad. Lo sostiene luego entre sus manos y, con una tijera de cortar papel, corta para siempre el cordón que la une a él; era un varoncito.

la boda

– Ángeles Montes(Tenancingo, Estado de México, México. 1970) Licenciada en Turismo, especialidad en Docencia y una Maestría en Docencia del Turismo por la UAEM (Universidad Autónoma del Estado de México). Docente en el Centro Universitario de Tenancingo en la carrera de Turismo y en el Centro de Enseñanza de Lenguas (CELE), ambos pertenecientes a la UAEM.