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OCASO

Elisabeta Boțan

 

Arte poética

La poesía canta dentro de mi ser
cuando tú llegas por el sendero de las letras
y descubres que mis palabras
desde siempre han sido tuyas, y tan tuyas,
que me sorprende el hecho de haberlas escrito yo.

La poesía canta dentro de mi ser
cuando escucho la voz
y descubro que tus palabras
desde siempre han sido mías, y tan mías,
que me sorprende el hecho de que las manifiestes tú.

 

 

El mundo de Narciso

No hay luz de estrella que pueda acariciar su cielo.
Ni siquiera las luciérnagas conocen sus jardines.

Si, por azar, vas a pasar por allí
tienes que vestir de apariencias,
sin apartarte del sendero de trasluz;

No abrir los ojos.
-Cualquier tipo de destello es peligroso.-
Cualquier movimiento tiene que ser pensado
y sumiso a la gimnasia del ballet
-de cualquier soplo puede surgir un vendaval.-

No hables
-allí, solo habla el fantasma de Eco-
Y, si llegas a la fuente del mito,
aléjate enseguida
el juego de los espejismos siempre es mortal.

 

 

Ocaso

A mi padre, in memoriam

La voz de la muerte
se desliza, a hurtadillas, entre las hojas,
como un mal presagio.

La sonrisa de mi padre
crucificada sobre el ocaso de la hierba.

El camino hacia casa
se encoje en la petrificación.

Más allá del muro de la noche
el grillo tropieza con la mudez.

 

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1 comentario en «Ocaso»

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