Para olvidarla
Escucho el ruido de la lluvia matutina
Que golpea la ventana,
Extraño en este encierro voluntario
El pito de la vendedora de pan de maíz
Y el estruendo de los carros,
Enciendo la radio y la apago al instante
Para que la noticia de los muertos
No me dañe el desayuno
Voy a la terraza a mirar el cielo
Para ver los aviones que no pasan,
Estiro las piernas para evitar calambres,
Riego las matas de geranios,
Vuelvo a arreglar la biblioteca
Y a quemar papeles viejos,
Me detengo a cada rato a releer
Sèparer Le Blanc de la Lumière,
Lleno los oídos con las canciones
De María Martha Serra Lima
Cantando A mi manera
Y con la voz dulce de Yalile Bolaños
Que se expande en el humo de pasillos
Y en el viento de amores imposibles.
Al caer la tarde regreso a la terraza
A extrañar el cigarrillo que ya no fumo
Y a mirar el celaje del ocaso
Para que el cielo me sorprenda
Con sus nubes verdes.
Se viene la oscuridad alucinante
Que me eleva a espacios remotos
Y la llovizna ancestral del sur
Me indica el camino del abrigo.
No quiero dormir temprano
Para no despertar a cada rato en la noche
Y por eso distraigo los momentos
Otra vez en noticias y en novelas.
Cuando todo se hace más silencio
Preparo la mente para abordar los sueños,
Pienso que amé su alma
Hasta que supe
De las debilidades de su cuerpo
Y amé su cuerpo
Hasta que supe
Que el alma que amé
Ya no era mía,
Y sólo entonces caigo en cuenta
Que en todas las cosas de mi vida
Sigue estando ella.
A 7 de abril de 2020
Excelente poema me transporte con cada al instante y lugar mencionado, mi imagine una hermosa terraza y escuche las canciones aun sin conocerlas.
Gracias Sandra Lopera. Bonito su comentario. Seguiré escribiendo porque la literatura es mi pasión y mi oficio alterno.