Sentado frente al fuego,
peleado con mi ego,
la Luna ya no me sonríe.
Me fallé de nuevo.
El frío me abraza,
no entiendo lo que pasa,
las brasas me susurran,
que el amor todo lo cura.
Locura es que mi amor
se convierta en dolor,
en esta pena y amargura
que me miran con ternura.
Niebla en la oscuridad infinita,
agobiante, bella y exquisita
describe mi melancolía
de esta noche tan vacía.
Recuerdo y bailo adagio,
para cuerdas ideas, diría,
que en mi mente traigo,
la más triste sinfonía.
Suenan mis latidos lentos,
de tan abatidos momentos,
perecen mis sentidos, lo siento,
me despido de mi tormento.
Humberto, me gustó la forma de relatar con esa dulce musicalidad lo caótico y solitario. Felicitaciones, excelente trabajo.