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VOLCANES

Siboney del Rey

 

MI SEXALESCENCIA

A Fidel Antillano, mi compañero     

Cuando llegue a los años dorados
emplearé mis pantalones pegados.
Mis coquetos vestidos,
las minifaldas y escotes.
Me pintaré los labios.
Me bañaré de perfume.

Luciré mis anillos,

collares y zarcillos.
Bailaré danza árabe,
tambor,
flamenco,
salsa,

merengue,

un joropo recio,
o tango.
¡Y seguiré activa como una chama de 25 o 30 años!

Disfrutando al máximo

mis caminatas,
mis rumbas,

mis obras de teatro,
tomando mis tragos,
compartiendo con mis amigas,
leyendo un buen libro,

ir al cine,

la playa,

o yendo al gimnasio.

¡Y seguiré profundamente enamorada de tí,
como dos sexalescentes que se entregan

al amor en plenitud!
¡Un par de sexalescentes sensuales,
juveniles,

laboriosos,
exquisitos,
locos de pasión,
risueños,

eróticos,

glamorosos,

dulces,
agradables…!

¡Aunque el mundo se ría de nosotros,
seremos dos sexalescentes felices
y eternamente enamorados!

 

 

ENCERRADA DENTRO DE MI PIEL

El encierro está vivo en mis adentros.

Siento mi caos,

mi incertidumbre,

mi rabia,

mi angustia,

mi vana esperanza…

 

Palpo cada emoción que no viví,

y exploto cual globo lleno de aire.

Siento el miedo en no ver la vida

que tanto quiero y sueño para mí.

 

Me encuentro con el dolor

que acumulé por muchos años.

En estas largas cuarentenas,

es la hora de descubrir mi propio amor

y amarme a mí misma,

para amar y llenar de luz,

cada espacio que vivo y me rodea.

 

Me quité el maquillaje

que ocultó cada silencio acumulado,

y algunas veces, me victimicé.

 

Me arranqué el disfraz de ser la “Mujer Maravilla”,

o la “Guerrera invencible”,

mientras por dentro,

padecí el vía crucis del dolor y del llanto.

¡Nadie, absolutamente nadie,

lo conoció!

 

Me encuentro con mi propio espejo

y me miro frente a el.

¡Así veo la depuración que hago por dentro!

 

Entregué mi corazón,

a quien no valió la pena dárselo.

Confíe y creí en la gente

¡Y me clavaron el puñal de la hipocresía

y de la traición!

 

Dí mi sonrisa y recibí indiferencia.

Dí mi mano y recibí humillación.

Di mi hombro y recibí desprecio.

¡Conocí la miseria humana!

 

Es el momento de girar ya mismo,

360° grados de transformación:

Y aprender a sembrar

y a valorar mis propias semillas,

que con tanto esfuerzo,

lo obtuve en esta vida.

 

¡Hoy todo fluye con la energía del universo!

Descubro mi propia espiritualidad.

Descubro mi propio amor.

¡Mi profundo amor,

que dentro de mi piel,

no lo permitió ver!

 

Una espada liberadora rompe mis miedos,

mi crisis,

mi soledad…

Pues me acompaña a conquistar mi propia alma,

mi propio cuerpo,

mi propia mente,

mi propio corazón.

 

Que ya nadie me juzgue,

o me culpabilice de mis errores y fracasos.

¡De los errores y fracasos,

también se aprende!

 

Si cien veces caí,

cien veces me levanto

para seguir avanzando

con los pies firmes,

con la mirada y la frente en alto.

 

En estas largas cuarentenas

me despierto y me encuentro conmigo misma,

para llenarme de amor,

de fortaleza,

de fe

y de vida.

 

 

EL OBRERO MACHISTA

Dedicado a las mujeres víctimas de violencia, y a todas las que luchan por una sociedad de iguales, de justicia y paz.

 

Veo a un hombre que se levanta bien temprano.

Su mujer cuela el café,

prepara el desayuno,

y la lonchera de sus infantes.

¡Ella mantiene su sonrisa a flor de labios!

 

La falta de amor en cada momento,

hacen de aquel hombre,

un ser sin sentimientos.

Su mujer lo soporta,

por ser el padre de sus hijos.

Le obsequia alegrías,

risas,

buen trato…

¡Y el amor de esposa y de madre!

Pero a cambio recibe:

ofensas,

gritos,

indiferencias,

vejámenes…

¡De un marido cruel y deplorable!

 

Aquel hombre cumple día a día,

sus labores en una fábrica.

¡Es un obrero machista!

Al salir de su trabajo,

consume licor y cigarros.

Junto a sus compañeros,

el “caballito frenao”,

es lo primero.

 

¿Qué le cuesta llevar a su hogar el amor,

un abrazo,

una flor que vio en el camino,

un verso de Rubén Darío,

de Andrés Eloy Blanco,

o de García Lorca?

¡Su mujer lo espera con la tristeza adentro!

 

¿Por qué obrero machista?

¿Dime por qué querrás el calor y la bulla

de una taguara o un burdel?

Disfrutas al máximo un cuadrito de 5 y 6,

una partida de barajas

o dominó,

el mejor trasero,

el vallenato alborotado,

el reagguetón o la bachata desquiciante,

la botella aliada,

el cigarro asfixiante,

el sudor asqueroso,

la maldición encendida,

la más sucia y baja palabra…

 

Mientras tu hogar pasa a último plano,

tu mujer sigue esperándote,

con una sonrisa a flor de labios.

¡Serena y paciente!

¡Dispuesta a perdonarte!

Con la mesa servida,

con sus pensamientos llenos de amor,

con los niños despiertos

para darle un beso al papá,

guardándole sus graciosas ocurrencias,

que pasaron en el salón con la maestra.

 

El obrero machista jamás le importa el hogar.

Solo ve a su mujer como un objeto.

¡Y peor aún,

ella es una víctima más,

de la agresión familiar!

 

¿Cuántos obreros fatigados

con la jornada del día día,

anhelan estar en sus hogares,

para sentir la ternura de su mujer,

junto a sus hijos?

 

¿Cuántos obreros no desearán

estar con sus familias,

y disfrutar juntos las canciones

de Alí Primera,

Mercedes Sosa,

Antonietta,

René Romero,

Leo Dan,

Silvio Rodríguez,

Leonardo Favio?

¡O de José José,

Felipe Pirela,

Jimmy Fontana,

Lucho Gatica!

¿O recitar algún poema de

Roque Dalton,

Ernesto Cardenal,

Ida Gramcko,

Khalil Gibrán,

Constantine Kavafis,

o Ana Enriqueta Terán?

 

¡Y así deleitarse con la familia,

al compartir cada día el pan!

¡En los dulces sueños,

cuando al acostarse se van!

¡En el amanecer radiante,

esperanzador y angelical!

 

El obrero machista

desaparecerá de la poesía y el tiempo,

cuando el obrero solidario y amoroso,

luchará por la justicia,

la igualdad de género

y la paz en la sociedad.

¡Porque fomentando valores,

la familia adelante saldrá!

 

 

NIÑO SOLDADO

Poema dedicado a quienes son víctimas del conflicto armado. A niñas, niños y adolescentes, quienes viven el horror de la guerra,
como también a los que en vez leer un libro, portan armas en las zonas marginales de muchos países.

¡Quiero volar con un pájaro imaginario,
de plumaje multicolor!
¡Que sea grande, tierno y solidario,
y me lleve a volar por los mundos,

llenos de paz y de amor!

Quiero ver los rostros de la infancia,
que ríen y comparten en navidad.
Como también ver otros rostros donde no sienten,

ni conocen,

esta época especial.

¡Un pájaro mágico,

hermoso y multicolor!

¡Ese es el pájaro que quiero,
y el mundo a recorrer voy!

Volé al norte del continente,
y abismada quedé:
Un niño adolescente,
disparaba en su salón de clases,
con odio inclemente.

Mató a sus compañeros inocentes,

que no conocieron su locura feroz.
¡Acabó con su vida ciegamente!

Sigo volando y casi muero con mi pájaro amigo:
Con ráfagas de balas,
disparaban con tanta saña y violencia,
padres que entrenaban a sus hijos,
para formarlos en las guerras.
¡Criminales marines del mañana!

Mis lágrimas eran sangre,
como las de mi pájaro querido.
¡Ver la cultura de la guerra,
tan ciega para esos niños!

Repudiaron el mensaje de paz y amor
que les traíamos.
¡Querían destruir estas plumas!
¡Las plumas de LA ALEGRÍA y LA PAZ!

Nos fuimos al Centro y al Sur del Continente.
Recorrí las barriadas, las favelas, las villasmiserias…
llenas de peligro,

de miedo,
de hambre,

de llanto…
¡De tantas patrias hermanas!

Alarmada quedé,
por lo que mis ojos vieron:
Niñas, niños y adolescentes con armas,
expertos en matar, agredir y robar.
¡Qué inclemencia Dios mío!
¿Por qué esto ha de suceder?

Bajé a esos desalmados barrios,
a darles amor a esos seres.
Bajé a esas calles,
y con amor,

a esos niños iba a socorrerles.

Este mágico pájaro,

me obsequió sus radiantes plumas,
y aparecieron LA SONRISA,

LA TERNURA,

Y EL COMPARTIR.
Florecieron

LA SOLIDARIDAD,

LA UNIÓN,

Y LOS VALORES.

Cambiaron sus armas por libros.
¡Tenían sed de aprender!
Crecieron muchas escuelas y liceos,
hermosa obra en superarse como es.
Surgieron educadores,
Y sembraron VALORES.
Vi a muchos padres y a madres,
dándoles a esos niños, niñas y adolescentes,
el buen ejemplo a seguir.
¡El hogar es la edificación del calor familiar!


Contenta abracé a mi querido pájaro,
al ver como transformó la vida
de esos ángeles del Señor.

Como un viaje mágico a otros países,
volé con mi amigo:
Mi rostro se llenó de amargo llanto.
Mi corazón reventaba de injusticia y rabia,
al ver niños con armas en sus manos,
para defenderse del enemigo atroz.

Vi al niño colombiano
transformado en paraco.
Su mirada era de horror,
para hacer mucho daño.
También lo vi guerrillero,
con un fusil entre sus manos.
Me expresó con sentimiento:

¡Camarada, reza por mí que soy tu hermano!
¡Tengo que luchar por mi patria,
que la han sangrado tanto!

Vi a niños palestinos,

saharauis,

iraquíes,
kurdos,

sirios,

ruandeses,

somalíes,
kenianos,

afganos,

pakistaníes,
liberianos,

congoleses,

yemeníes,

libios,

de Sierra Leona,

y los de Vieques en Puerto Rico.


Me hablaron con su corazón en llanto:
¡Me siento un hombre,
al tener un arma entre mis manos!
Quiero proteger mi territorio,
del malvado invasor.
De aquellos que mataron mis sueños,
y a mis padres sin clamor.
Destruyeron mi hogar,
mi escuela,

mis hermanos…
y no tuvieron dolor.
Bombardearon mi pueblo,
dejándonos con el hambre hecha horror.
¡Tengo que vengarme del enemigo invasor,
y moriré como un hombre,
sino salvo mi patria hoy!

Mi amigo mágico,

perdía su plumaje multicolor.
¡Mi corazón partido en pedazos,
veía con impotencia,
el drama de estos ángeles del Señor!

¿Quién no recordará al niño de Centroamérica
en el siglo pasado?
¿De los niños vietnamitas,

de Sri Lanka,
los de Camboya,

y los yugoslavos?

Mi pájaro amigo soltó sus plumas,
y se transformaron en PAZ,
LIBERTAD,

JUSTICIA

Y DIGNIDAD.

El criminal y enemigo invasor,

desapareció.
Llegaron bendiciones que del cielo cayó.
Sus armas, en lindos sueños se convirtieron:
¡Sueños con tener una linda infancia de verdad!

Les devolvieron sus hogares,
sus escuelas,

sus juguetes,
sus alimentos,
su cielo,

sus estrellas…

Nunca antes vi en el mundo
bañando de FELICIDAD,
al sentir con ALEGRÍA,

el rostro de todos esos niños.

¡Mi querido pájaro,

solidario amigo!

No sé cómo llamarte,
pero tus mágicas plumas multicolores,
son los sueños que anhelan

cada niño hoy y siempre,

desde el cielo de sus albores.

 

 

VOLCANES

A Fidel Antillano, mi compañero.           

Me derrito como una cuerda de cobre, quedándome en la mitad de los cráteres.    (Ahmet Telli-Poeta turco)

Dicen que añorar es de amigos.
¡Pero al final de cuentas,
busco más allá que tu amistad!

La amistad es sagrada:
Es como quererse y valorarse entre hermanos,
hermanas,
o camaradas,
al expresar un sentimiento filial,
cual fraterno o sororal.

Busco más allá que la amistad:
Busco la mirada que encendió
mis días y mis noches.
Busco el calor con el que se extendieron nuestras manos,
al conocernos en persona
y que chocaron energéticamente.
Busco el olor de tu perfume,
que impregnó en el aire que respiro.
Busco el beso que se estampó en mi mejilla,
cuando nos conocimos la primera vez.

Más que seguir buscando,
quiero sentir el calor de tus brazos,
cuando se estrechen con los míos.
Quiero disfrutar siempre tu pecho,
cuando se una con el mío.
Quiero disfrutar siempre tus besos,
porque harán una revolución ardiente e implacable,
en nuestra boca.
Quiero sentir siempre tus caricias,
que recorrerán la geografía de mi cuerpo.
Quiero sentir siempre tu sudor,
cuando estalle con el mío
un volcán en erupción…
¡No más al hacernos el amor!

Con nuestros quejidos,
regaremos la noche
y la luna se tornará hermosa.
Mañana cuando amanezca,
el sol saldrá radiante,
porque nuestros cuerpos,
se hicieron uno.
¡Y tu cuarto, será nuestro mudo testigo!

Vivir tu amor es el grito que me sacude por dentro.
¡Y es lo que quiero,
solo por estar a tu lado!
Al ver tu sonrisa de luz
chocarse con la mía,
nos transformamos en pura energía.

Te aguardaré cada día que pase,
con pétalos de flores
y esparcirlas sobre tu cuerpo.
¡Pero seremos volcanes,
que estallamos por fuera y por dentro!
Y esos pétalos de flores,
se quemarán con el sudor que vertimos,
hecho lavas,
que arderán tu aliento y el mío,
no más al comernos vivos
al hacernos el amor.

¡El amor se hace volcán,
extendiéndose en un apasionado horizonte!

 

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