En este mundo tan convulsionado, acelerado donde antes de que volvamos a pestañear las cosas que nos rodean cambian tanto cuando sobrevienen acontecimientos que ponen a prueba nuestra capacidad de asombro a cada rato golpeando la puerta de la conciencia, pareciera que cuesta cada vez más tratar de encontrar un espacio, un tiempo para reflexionar sobre nosotros mismos y para escuchar justamente a esa persona con la que no tuvimos el momento para conversar, a esa con la que podemos compartir o no su criterio, también a aquella que seguramente puede tener algo importante y valioso para decirnos.
Subidos, trepados a un ritmo desenfrenado de vida, en ocasiones lo que suele hacernos parar es algún suceso inesperado vital, que nos obliga sí o sí a replantearnos todo lo que hacemos, los valores que elegimos para seguir, sus fundamentos debiendo plegarnos sobre nosotros mismos y poder buscar así las respuestas que nos hacen falta.
Es posible que según las circunstancias que hayamos tenido que vivir sintamos que únicamente a nosotros podría tocarnos pasar por semejantes vivencias, entonces decimos: “SOLAMENTE A MÍ ME PODÍA PASAR ESTO” y sin querer, sin darnos cuenta a lo mejor somos nosotros los que nos aislamos de los demás al principio para elaborar algunas cosas solos, de cara a lo vivido habrá que incorporarlo al bagaje de nuestras experiencias y esquemas de pensamiento.
Vamos a comprobar escuchando a otros que no somos los “únicos” como pensamos siempre en algún momento, quizás formemos parte de «muchos», de «algunos»… Pero nunca estamos solos en este camino que es la vida.
Al igual que en los juegos de rol es saludable y reconfortante ser, cuando tengamos la oportunidad de guardar en nuestro interior aquello que queríamos volver a decir para brindarle toda nuestra atención a quien tenga un tema importante para contarnos. Sin ninguna duda algo nuevo vamos a conocer, algo que podamos capitalizar, que nos enriquezca y haga crecer. Además, seremos esta vez nosotros los que prestemos el oído y el corazón para comprender todo lo que le podamos ofrecer a ese otro que siente que este hoy es su momento para hablar.
Felicitaciones Adriana, me gustó mucho tu publicación!
Desde este puerto se divisan montañas, paisaje y el pájaro que vuela sobre nosotros: lo demás,… nubes, puras nubes…
Cordialmente. Rosario