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TRAS LOS SIGNOS DEL ALEPH

Homenaje a Jorge Luis Borges y otros poemas

J. Mauricio Chaves-Bustos

 

EL ESPEJO

Todas las mañanas saludo al espejo:
hola, yo antípoda,
hola, el otro que soy.
Sin obtener más respuesta
que la misma pregunta que le hago,
espero algún día asomarme
y llevarme la sorpresa
de saber que ese extraño
ya no aparecerá más.

 

 

EL LABERINTO

Me sumergí,
y empecé a formar caminos ocultos
pasajes sin salida
rutas divergentes;
emprendí mi propio rescate
y urgí la trama para emerger;
me hice hilo para guiar mis pasos;
solo cuando salí
me di cuenta que no era yo
ni el laberinto
ni Ariadna,
ni Teseo;
cuando me observé bien,
me di cuenta
que era yo el Minotauro.

 

 

LA BIBLIOTECA

En los escaparates
las letras dispuestas
en el orden sincrónico del caos
Líneas y líneas que entretejen
el paralelogramo que prefigura
el límite entre la realidad y la ficción,
¿cuál es la realidad y cuál es la ficción?
Página tras página
difuminando lo real y lo irreal.
Autores que se convierten en personajes
y personajes que toman vida propia
para traspasar el sendero de la imaginación
en la propia vida de quien toma el señuelo
para convertirse en lector…
El lector imaginado,
y superpuesto,
verdadero Demiurgo
que fragua con su intento
el universo del escritor
El hipertexto en concordancia
entre quien lee y quien escribe.
La biblioteca
un paraíso
o un infierno
– siempre una eternidad imaginada-
que condena o premia
en la búsqueda perpetua
del libro que todo lo contiene.

La biblioteca

muestra fehaciente
de que la Humanidad
ha vencido
ese temor al papel en blanco
y que la voz temporal
se ha perpetuado
en la atemporalidad de su existencia.
biblioteca
universo en síntesis.

 

 

LA BATALLA CON LOS LIBROS

Ellos me observan…
siento que me llaman
me quieren atrapar en sus líneas…
hace años que perdí la guerra
y tras tanto batallar
con el ánimo de conocerlos
he terminado por ser
también su hacedor,
parte de un Demiurgo
que cada no sé cuanto
convoca a unos cuántos
para volverlos realidad…
Puedo decir sin rubor alguno
que perder cada batalla
que enfrento con ellos
es una ganancia.
Mi padre
mi abuelo
mis ancestros
– según me lo dictan
los ex libris de viejos
libros que he heredado –
también fueron vencidos,
y hoy están condenados
con toda seguridad
a perpetuarse
en la biblioteca del sin principio y el sin fin
y a donde espero poder algún día acompañarlos

He heredado
en ellos
a toda la humanidad
en sus hojas,
la historia humana
en ciencia o en drama
las explicaciones de lo que vemos y de lo que no vemos
en filosofías y en metafísicas
lo conocido y los planetas vislumbrados
en cartas astrales y mapas.
La humanidad
en verso o en drama
en tragedia o en comedia.
Todo, todo lo he heredado en los libros,
mis viejos vencedores.
Me observan, lo siento,
esperan a que intente abandonarlos
para lanzarse como San Jorge
a la bestia que devora
a las doncellas de Capadocia
y entonces
sujetarme hasta volverme su fiel cordero.
A veces logro escapar en noches de bohemia
pero en la fantasía de lo onírico
fruto del alcohol y el cigarrillo
vuelven a aparecer, se vuelven hacia mí
y me seducen tentadoramente
Siempre termino por amanecer
en orgía de libros en la cama improvisada

Se han posesionado de mi casa,
desde los estantes
tazan mi oráculo
y rigen mi destino,
Se han posesionado de mi cabeza
insisten en volver una y otra vez
a mi recuerdo…

Leerlos
es éxtasis
lujuria que no da pena
orgasmo sin arrepentimiento

Libros
dichoso vencimiento
en la batalla.

 

 

EL ETERNO RETORNO

La primera hoja del libro
me remite al universo
de nuestra historia;
palabras que traen ecos
de mensajes perdidos
en el laberinto del conocimiento

De pronto
una entrada
-en cuyo dintel está escrita la sentencia de los sabios griegos:
Conócete a ti mismo…
pero que en los intrinques mágicos
de la lectura
puede cambiar a la sentencia espantosa que encontró Dante:
Bienvenidos al reino de la desesperanza…-
que conduce a quien se atreve a seguir la lectura
al laberinto de las dudas y de los aciertos
Caminos
hechos por estantes de libros
que hablan de la preocupación humana
por plasmar sus experiencias y sus ensueños

A lo lejos
en el marasmo de hojas sueltas y de tintas desvanecidas
dos hombres:
se reconoce a Borges
guiado por Tiresias
quienes buscan a tientas
el libro de los libros…

Ambos videntes:
el primero sabe que no es él sino su epígono
quien se pasea con los sabios del conocimiento
mientras él,
el Borges oculto,
continúa en la eterna búsqueda;
el segundo
ha predicho que están en un laberinto sin salida
y que nuevos ciegos vendrán
a emprender la misma búsqueda…
-quién sabe, tal vez aun espera encontrar en ese laberinto
al ciego que es a la vez esposo de su propia madre
y padre de sus hermanos-.

Pieza tras pieza
hoja tras hoja
letra por letra
hay un eterno sumergirse en lo incomprensible
datos y fechas no precisos
paradigmas derruidos
teorías inconclusas
verdades sobrepuestas
dioses caídos y crucificados
anatemas y bendiciones…

Sin azimut
sin orientación
se pierde el rumbo y la ubicación
sótanos que se convierten
en buhardillas

torres que caen como naipes
nubes que se elevan como dogmas.

Es el afán del clarividente
encontrar el libro que todo lo contiene
en donde jamás se agotarán
las combinaciones
de los elementos y de las ideas,
es una danza eterna
en donde Eros y Tanatos
condicionan a los hombres
a un tiempo y a un espacio
determinados
Es el interregno
donde los humanos
dejan constancia de su existencia
en el fruto apaciguado
de las dadivosos arboledas:
hojas tras hojas
hasta formar los libros de la esencia
las espirales que van y vuelven
en formas de letras
y de signos de puntuación
cuya combinación abre el mundo de todas las posibilidades.

Y de la idea germinal
puesta en el escenario de la palabra original
y plasmada en el texto inaugural
se han desprendido
todas las disertaciones y todos los razonamientos
Es el eterno retorno
el discurso que no abandonamos
la palabra que no nos abandona

Seguirá Borges
-guiado por Tiresias y por muchos otros-
en la búsqueda permanente
del libro que todo lo contiene.

 

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