EL ETERNO RETORNO
La primera hoja del libro
me remite al universo
de nuestra historia;
palabras que traen ecos
de mensajes perdidos
en el laberinto del conocimiento
De pronto
una entrada
-en cuyo dintel está escrita la sentencia de los sabios griegos:
Conócete a ti mismo…
pero que en los intrinques mágicos
de la lectura
puede cambiar a la sentencia espantosa que encontró Dante:
Bienvenidos al reino de la desesperanza…-
que conduce a quien se atreve a seguir la lectura
al laberinto de las dudas y de los aciertos
Caminos
hechos por estantes de libros
que hablan de la preocupación humana
por plasmar sus experiencias y sus ensueños
A lo lejos
en el marasmo de hojas sueltas y de tintas desvanecidas
dos hombres:
se reconoce a Borges
guiado por Tiresias
quienes buscan a tientas
el libro de los libros…
Ambos videntes:
el primero sabe que no es él sino su epígono
quien se pasea con los sabios del conocimiento
mientras él,
el Borges oculto,
continúa en la eterna búsqueda;
el segundo
ha predicho que están en un laberinto sin salida
y que nuevos ciegos vendrán
a emprender la misma búsqueda…
-quién sabe, tal vez aun espera encontrar en ese laberinto
al ciego que es a la vez esposo de su propia madre
y padre de sus hermanos-.
Pieza tras pieza
hoja tras hoja
letra por letra
hay un eterno sumergirse en lo incomprensible
datos y fechas no precisos
paradigmas derruidos
teorías inconclusas
verdades sobrepuestas
dioses caídos y crucificados
anatemas y bendiciones…
Sin azimut
sin orientación
se pierde el rumbo y la ubicación
sótanos que se convierten
en buhardillas
torres que caen como naipes
nubes que se elevan como dogmas.
Es el afán del clarividente
encontrar el libro que todo lo contiene
en donde jamás se agotarán
las combinaciones
de los elementos y de las ideas,
es una danza eterna
en donde Eros y Tanatos
condicionan a los hombres
a un tiempo y a un espacio
determinados
Es el interregno
donde los humanos
dejan constancia de su existencia
en el fruto apaciguado
de las dadivosos arboledas:
hojas tras hojas
hasta formar los libros de la esencia
las espirales que van y vuelven
en formas de letras
y de signos de puntuación
cuya combinación abre el mundo de todas las posibilidades.
Y de la idea germinal
puesta en el escenario de la palabra original
y plasmada en el texto inaugural
se han desprendido
todas las disertaciones y todos los razonamientos
Es el eterno retorno
el discurso que no abandonamos
la palabra que no nos abandona
Seguirá Borges
-guiado por Tiresias y por muchos otros-
en la búsqueda permanente
del libro que todo lo contiene.