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LENGUAJE DE UN INSTANTE

Gloria Judith López

 

SOY LA QUE NO ES

Soy el tiempo que navega

sobre las ondas del mar muerto,

el aliento que diluye los polos sin tocarlos,

el petricor bajo el sol y tu olfato,

la humareda que corona el cielo

cuando la montaña ruge,

la sal que depreda el rostro de la madre

cuando su leche se derrama en soledad.

 

Soy el aire que huye

cuando el cuerpo recibe látigo,

la hoja al revés

cuando el granizo dibuja su llegada,

una rosa pariendo historias,

el arco por donde se enfilan los colores

cuando el granizo se va,

el polen que cae de la abeja en muletas,

el azul donde se dibujan mis nubes,

la nube que la pupila alcanza.

 

Soy el vacío después de la guerra,

el suelo que acoge las rodillas del vencido,

el espacio para sembrar anhelos;

soy el poema arrugado en un rincón

y soy la palabra que me describe.

 

 

VOCES DEL OLEAJE

«Todos se llevan el mar en los oídos sin saber que es una llave».

Rosamel del Valle

La descarriada nostalgia es una pequeña huella

sobre la movediza playa de los deseos oprimidos;

y el húmedo aliento de un anochecido beso

será la impronta en la memoria de un adiós descalzo,

sin ataduras, ni embrujos.

 

Los recuerdos desfilan sin prisa,

sin traje,

sin saber que el petricor desatará una tormenta

de anhelos ebrios de ternura,

desechos contra las rocas de un lamento.

 

 

UNA MIRADA EN REBELDÍA QUE PROCREA LIBERTAD

 

El cielo es un ojo vacío,

la lluvia… una reseca protesta,

la ira… un relámpago mudo

y el tiempo… un eslabón roto.

 

Veo la creación en su anchura,

los arreboles agonizar;

la llamarada que se apaga

desaparece con el trueno en mi cabeza,

porque veo.

 

Soy mujer de mirada infinita

con lenguaje de sol y de tierra,

con sustantiva boca

y piel de versos al amanecer.

 

Soy espacio y hondura;

soy tu madre, tu hermana, tu esposa y tu hija;

no atormentes mi sangre, porque es la tuya.

Déjame ser verbo en libertad.

 

 

LENGUAJE DE UN INSTANTE

La inverosímil noche secreta

es una tempestad de sueños desatados,

ellos desfilan vestidos de tinieblas

y cantan sus penas agujereadas por la soledad.

 

Una tenue mirada de luna es fiel testigo,

y la sombra derramada en el tintero

es una malévola bruja que omite su burla

para dibujar sus lágrimas en el agua.

 

La poesía que brota de mí,

como un dardo de metal precioso,

ilumina cada rincón,

destierra los hechizos con estelas de creación,

desteje la noctámbula hora

y desvela el poema anclado en una sonrisa.

 

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1 comentario en «Lenguaje de un instante»

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