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NACÍ

Gastone Cappelloni

 

Sabré hablarles

con la pluma del desapego,

describiéndoles

el labial del corazón,

que  sentimiento expresa,

les perteneceré

en  pasos

de  sufridas

 invisibilidades,

y en el recuerdo de dialectos

forjados

con el hierro de la generosidad,

como número extraído,

del cilindro de las miserias.


 

Saprò parlarvi

con la penna del distacco,

descrivendovi

il labiale del cuore,

che sentimento esprime,

vi apparterrò

in passi

di sofferte

invisibilità,

e nel ricordo di dialetti

forgiati

col ferro della generosità,

come numero estratto,

dal cilindro delle miserie.

 

 

Recordar Oh Padre,

anhelaré los amados minutos

de soleados inviernos,

cuando el calor

de las bendiciones,

permanecía

dentro de humildes caligrafías,

y las figuras

de aventurados continentes,

eran letra

de fantasiosas imaginaciones.

 

Ahora madre,

colmo de melancólica sonrisa

las lontananzas del cielo,

porque intento

recordar las blancas oscuridades,

con el aguijón

de penosa nostalgia.


 

Ricordar o Padre,

vorrò gli amati minuti

di assolati inverni,

quando il calore

delle benedizioni,

soggiornava

dentro umili calligrafie,

e le figure

di avventurosi continenti,

erano lettera

di fantasiose immaginazioni.

 

Ora madre,

riempio di mesto sorriso

le lontananze del cielo,

perché intento

a ricordar bianchi buoi,

col pungolo

di sofferente nostalgia.

 

 

Nací

en los años que no recuerdo,

demasiado intento

a delimitar confines mentales,

y descifrar trayecto

y soledad,

en las risueñas noches

de puros candores,

de fragilidades atemorizadas

en las trincheras

de la juventud sin lustre,

a reordenar fantasías,

como plumas de apatías,

en las afonías

de estrellas prometidas.


 

Son nato

negli anni che non ricordo,

troppo intento

a delimitar mentali confini,

e decifrar tragitto

e solitudine,

nelle ridenti notti

d’incontaminati candori,

di fragilità impaurite

nelle trincee

di gioventù senza luccichii,

a riordinar fantasie,

come piume di apatie,

nelle raucedini

di stelle promesse.

 

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1 comentario en «Nací»

  1. Gastone, escribes con una profundidad y consciencia metafísica asombrosa. Los temas que tratas son trascedentales y nos enseñas, usando un lenguaje lleno de metáforas bellas y muy impactantes, por ser tan distintas y personales, que acabamos yendo por los mismos senderos con la misma carga pesada del dolor sufrido en la intimidad del ser «les perteneceré en  pasos de  sufridas invisibilidades» 

    La idiosincrasia de cada ser humano como único e irrepetible al que siempre forjará de modo perenne la generosidad más que cualquier otra cosa se ve explícita en los versos «en el recuerdo de dialectos (me encanta que hayas usado dialectos, qué poder personal del ser humano más potente para transmitir esta idea de ser único) forjados con el hierro de la generosidad»

    El final al igual que el principio del primer poema son sublimes! «como número extraído, del cilindro de las miserias.» Estos últimos versos me han tocado mucho, porque justo después de subrayar su exclusividad a pesar de andar los mismos caminos con la misma carga, no deja de ser un número como de una serie cuyo molde es siempre el mismo: las «miserias» infinitas durante este transitar.

    El inicio es muy bello, buscando la objetividad que siempre intentamos atrapar pero se nos escapa con demasiada facilidad.

    El segundo poema, una vuelta a la juventud donde los padres están todavía presentes, es otra filosofía de vida para la que lamentablemente nacemos solo con el paso del tiempo y las pérdidas innumerables, entre ellas la de las ilusiones juveniles de aventuras sin fin » las figuras
    de aventurados continentes, eran letra de fantasiosas imaginaciones.»
    Las definiciones de ambos progenitores es muy bella y muy acertada, el uno bendiciendo incluso callado, el cabeza de familia que aparece hasta en mayúscula, mientras la madre un cielo sonriente casi confesora de las «blancas oscuridades» (blancas vistas desde la distancia del tiempo porque se anhela la pasión con que conmovían y clavaban en el corazón su aguijón) «recordar las blancas oscuridades, con el aguijón de penosa nostalgia.»

    El último poema es magistral también, qué recorrido más hondo por las etapas de la vida y qué cadena de metáforas y comparaciones más conmovedoras!!
    Entendiendo y viendo la hondura de tu pensamiento acabas comprendiendo de que uno no deja de nacer, lo que sí de distintos modos y con diferente pensar y sentimiento, pero cuando se ve la vida desde la perspectiva de los años con sus «blancas oscuridades» uno debe de sentir que por fin nace por última vez pero mucho más real y veraz que los nacimientos que lo han ido tambaleando por estados quiméricos.

    Mis aplausos, le seguiré leyendo! Ofrece mucho que se puede aprender con sus letras!

    Un saludo cordial

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