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EL FINAL DE MIS POEMAS

Leonardo Petro

 

Con la mitad del odio

Si, es verdad, algunas cosas las escribo para ti

para darte la sorpresa del sonrojo y del malgenio

a veces para decirte cuanto te debo

y muy pocas veces para decirte cuanto te amo

para que sonrías y tal vez me quieras

pero otras para ofenderte y que tal vez me odies

con el doble de lo que me sonríes y me quieres

Se que soy torpe /irremediable/

irresponsable con tu amor y con tu odio

te he querido y te odiado sin temor y sin sentido

cerca a los 40 que me asustan

 tal vez el odio es conmigo

porque a veces

solo a veces también te necesito.

Me encuentro a mí en tu cuerpo

y te quiero a veces

 como si en realidad yo también me quisiera un poco

y es por eso también la razón de mi desprecio

estoy atado al borde del camino

de tu pared

de los nudos no es fácil soltar el torniquete

no voy a ninguna parte con esta herida

con esta tristeza que se cuela dentro

no desconfío de ti

desconfío de mí y el temor me vence

te quiero con sorpresa y te quiero con malgenio

y te quiero con todo el amor que guarde estos años

todo el amor es para ti y la mitad del odio para mí

eres la medida de mí tiempo

tú, el agua en medio de mis llamas.

 

 

Porque te amo como siempre, como nunca

Porque te quiero desde que te quiero

es decir, sin sentido, ni motivos

porque te amo y muero

son palabras que sangran como carne

y arden como fuego

porque te quiero cuando te quiero

porque el amor es mío cuando te quedas

cuando te marchas

cuando llegas a tiempo

cuando llegas a mi cielo.

 

Porque amo tus manos /nuestro cielo/

porque te amo como siempre, como nunca

porque te quiero a solas, con dudas

entre gentes, en el ruido

con fervor y con recuerdos

con la felicidad que da la locura.

 

Porque te quiero con mis cenizas

con el amor calcinado

porque quiero tus ojos rojos

tu piel dorada

te quiero con mi soledad

con tus manos heladas

con mi alma cansada

te quiero con venganza, con rencor

con tregua

con el vacío que queda en lo arrancado

porque te quiero de barro

de marfil

sin apellidos

porque te quiero cuando quiero

y cuando no quiero

cuando me da la gana.

 

 

Coincidencias

Voy a dormir

para ver si coincidimos

en uno de esos sueños que nunca sueñas

o en la cama si me doy por vencido

¿Y por qué no morir

para ver si coincidimos en el alma?

 

 

El final de mis poemas

No logro borrar del espejo tu fantasma

hay cosas que condeno al fuego

como protesta silenciosa de mis miedos

las quemo por temor de leerlas

y encontrarme nuevamente con tu espíritu

ese es el ritual de mí memoria.

Te marchas y me quedo

suspendido en lo arrancado

me sacas del laberinto y tiras al abismo

la imagen borrosa del espejo

me ignora con dureza

me buscas y entonces la alegría

por un instante se detiene

en mi puerta y mí balcón

…Y todo aquel desorden que soy

lo insoportable que me pongo

vuelvo a tener piedra

perdón quise decir piel

es que cuando tú no estás

estoy más cerca de la hoguera

de los carbones y la ceniza

y te debo la intención

y te debo las ganas

te debo el frío y el cansancio

y te debo las manos cuando

no me importaba el mundo

te debo la abstinencia

la oportunidad de sentirme vivo

útil, capaz, rapaz

hasta te debo lo celoso y posesivo

ese es el precio de no tener nada

a tener un poco

resumiendo, tu sutil forma de quererme

le pone un hilo a mí esperanza

me da la posibilidad de caer a veces hacia arriba

y de no encontrarle final a mis poemas.

 

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