Saltar al contenido

- Leonardo Petro

(Cereté, Córdoba, Colombia). Abogado. Estudios en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (Michoacán, México). Maestría en Derecho Procesal Constitucional en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (Argentina). Admitido en el Doctorado en Derecho de la Universidad Nacional de Mar del Plata (Argentina). Ha tomado cursos sobre Literatura, Pintura y Teatro; ha sido partícipe de talleres literarios y centros poéticos de México, Argentina, Estados Unidos, Italia y España.

Heridas invisibles

La vida me iba desangrando, pero sin ruido, como un reloj al que nadie le presta atención hasta que deja de marcar la hora.
Me dolían las cosas que no duelen: los buenos recuerdos que te arrancan de golpe, los abrazos que no dieron, las palabras que se atragantan y nunca encuentran salida.

La copia de mi llave

Dar una llave es abrir un capítulo y pedirla de vuelta es cerrarlo. Pero aunque las puertas se cierren, aunque pidamos las llaves o las devolvamos siempre queda la esperanza de que algún día alguien vuelva a cruzarlas sin miedo.

Nostalgia anticipada de tu ausencia

Tu partida dejó un espacio, al principio parecía insondable, una grieta en mi mundo, una herida que tenía mucho antes de la herida. Poco a poco la herida se convirtió en cicatriz, en olvido…

El ruido de tu guitarra

Los ojos se despiden con la promesa del próximo puente, nos marchamos lentamente. Tranquilo que en cada despedida también hay esperanza,
la esperanza de la distancia, me susurra al oido el fantasma que con tu nombre me persigue.

Alas de colibríes

Tengo recuerdos de golosinas los panes de chana los cuentos de miedo de mí Tío Denisse la violina en el balcón Recuerdo la navidad en que el niño Dios no llegó la prima que me enamoró y se fue el día que conocí el mar y también me enamoré…

El final de mis poemas

Te marchas y me quedo suspendido en lo arrancado me sacas del laberinto y tiras al abismo la imagen borrosa del espejo me ignora con dureza me buscas y entonces la alegría por un instante se detiene en mi puerta y mí balcón…

Eso de quedarse

¿Qué hago contigo después de la miel? Después de la vida y de la muerte. ¿Qué hago contigo después del Norte y del Sur, del Oriente y Occidente?

error: ¡Contenido protegido!