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ME VOY

Magda Liliana Plazas

 

El final

Cuando deje este mundo terrenal

búscame en los rosales, en el vuelo de las mariposas,

búscame ahí donde nadie escucha

ni ve la majestuosidad de la misma vida,

en el canto de las aves,

el vuelo fantasioso de las libélulas.

Búscame en las letras de las canciones románticas

y trinar de los canarios,

ahí donde a todos les parece común

y sin sentido estaré yo.

Me refugiaré en los atardeceres,

donde el sol se acuesta a dormir

y despierta en otra tierra,

en cada destello de luz que se confunde

entre las ramas de los árboles, las pequeñas gotas de lluvia.

Ahí, donde para muchos no es nada, estaré yo,

en el murmullo del río debajo del puente,

al final del arcoíris, en esa luna llena,

en las estrellas fugaces.

Búscame en cada letra que dejaré escrita

en algún viejo cuaderno o en su defecto

en una nube cibernética perdida en el infinito espacio.

Ahí estaré yo y te darás cuenta que mi final

solo fue la carne, pero mi espíritu errante estará

en esos sitios en los que nadie encuentra sentido.

 

 

La unión de las voces

Un árbol, hojas, un trozo de carbón, vocales,

consonantes que se unen con pasión.

Sentimientos, palabras enlazadas entre sí,

historias, cuentos, narraciones, poemas y otras ilustraciones,

se unen en unas cuantas hojas de papel.

 

¡Ahí está!  La historia tuya, mía que alguien

o tú o yo nos atreveremos a escribir.

Cientos de palabras que se unen dando voz

al que no se atreve a hablar, expresar sentimientos

o contar una tenebrosa, fantástica o alucinante historia.

 

Bendita y alabada palabra que se inmortaliza

en un hermoso libro de papel o escondida en una nube cibernética.

Unas voces a gritos plasmadas eternamente

en la historia para darse a conocer,

en un futuro cercano o lejano y así nunca fallecer.

 

 

Me voy

Me voy con el corazón a medias y el alma rota.

Te dejo la mitad de mi corazón y las mil y unas razones

para quedarme, ahora ya no tienen sentido.

 

Me quedo con los mil y unos recuerdos

y los mil unos, más un motivo para irme.

Llegó la hora de marcharme con el corazón

inundado de lágrimas que ahogan

los motivos infinitos que tuve para amarte.

 

Mi alma quedó suspendida en medio de suspiros…

agonizaba mi amor por ti.

Duele, duele mucho pero me voy, renaceré mañana

y nuevamente me acogerá la soledad

la cual conozco a medias, pero ya no le temo.

 

Me voy… pero me quedará tatuado

en el alma el amor sentí por ti.

 

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