(Tenjo, Cundinamarca. 1977). Amante del campo, los atardeceres, los gatos, los días grises y los cielos azules. Se considera una escritora empírica de poesía desde la adolescencia. Le escribe al amor, al desamor, la soledad y tiene un estilo dulce, romántico combinado con una pizca de odió y dolor. Participó en el XXII encuentro de la poesía y la palabra, Tenjo 2020, donde uno de mis poemas fue seleccionado «No dejaste mi corazón vacío». Hace parte de la escuela de escrituras creativas de su municipio, en el Centro Cultural Nora Matallana desde el 2.021, a cargo de la docente Mónica Mejía. La poesía es algo que le gusta y apasiona y no pensaba realmente dar a conocer mis escritos hasta que alguien la leyó, una oportunidad inesperada que me impulsó a hacerlo. La poesía es un arte para dejar fluir los sentimientos, los sueños. Es dejar plasmados en ellos un sinfín de mágicas palabras para que otros se identifiquen con ellas.