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EN CADA VENTANA DE AZUL

Claudia Piccinno

 

La inquietud

La inquietud encuentra la paz
en el codiciado cielo
más allá de la vida.
La inquietud encuentra la paz
cuando no esperas nada más
de tus seres queridos.
La inquietud encuentra la paz
en el letargo de los sentidos
y en el olvido inducido.
A veces, encuentra la paz
en los gestos sosos de quienes
cumplen un deber,
encuentra la paz en la mecánica
de las cintas transportadoras del equipaje
en el aeropuerto.
La inquietud encuentra la paz
en las verdades explicitadas
y en un veredicto
sin peros.


 

L’inquietudine

Trova pace l’inquietudine
nell’agognato cielo
oltre la vita.
Trova pace l’inquietudine
quando nulla più ti aspetti
da chi ami.
Trova pace l’inquietudine
nel letargo dei sensi
e nell’indotto oblio.
Trova pace a volte
nei piatti gesti di chi
espleta un dovere,
trova pace nel meccanico andare
dei nastri ritira bagagli
all’aeroporto.
Trova pace l’inquietudine
nelle verità esplicitate
e in un verdetto
senza se e senza ma.

 

 

Para mi padre

Huelen a tus naranjas
mis manos.
Y te veo en un sueño
en los momentos de paz
cuando tu corazón se ensanchaba
en una sonrisa.
Tus manos olían a tierra,
a tabaco y a eau d’hermes.
Contradicciones y friselle*
almendras e higos
dulzura y asombro.
Grama fue tu infancia
pero conocías la belleza
y en la belleza hallaste consuelo.
Huelen a tus naranjas mis manos,
en ese perfume te vuelvo a ver.


*La frisella es originaria de la Apulia y consiste en un
bollito de pan en forma de rosco.


 

A mio padre

Profumano delle tue arance
le mie mani.
E ti rivedo in sogno
nei momenti di pace
quando ti si allargava il cuore
in un sorriso.
Profumavano di terra le tue mani
di tabacco e eau d’hermes.
Contraddizioni e friselle
Mandorle e fichi
Dolcezza e stupore.
Grama fu la tua infanzia
ma conoscevi il bello
e nel bello trovavi conforto.
Profumano delle tue arance le mie mani
in quel profumo io rivedo te.

 

 

En cada ventana de azul

En cada ventana de azul
busco el cielo de tu sonrisa.
Seguramente me ves a lo lejos
como cuando jugaba en el patio
y te asomabas para decirme que volviera.
No escucho tu voz como no la escuché entonces
pero respiro este silencio sin límites
que día tras día no se atenúa.
Amo a las madres, a las viejas de pelo blanco
y la mirada perdida en la memoria de sus dieciséis
años,
quién sabe por qué no te dejaron envejecer,
tú que te convertiste en pluma
entre las espiras de un viento maligno,
tú, madre, ya lo sabías
cuando lloraba a tu lado la última noche.
Nunca hubo tantas palabras entre nosotras.
No necesitaba explicarlo.
Tú ya lo sabías
y soñabas para mí
extensiones inmensas,
campos de lavanda,
coronas de laurel,
amapolas en invierno
y un girasol a su lado.


 

Ad ogni finestra d’azzurro

Ad ogni finestra d’azzurro
cerco il cielo del tuo sorriso.
Tu di certo mi scorgi in lontananza
come quando giocavo in cortile
e ti affacciavi per dirmi di rientrare.
Non odo la tua voce come allora
ma respiro questo silenzio sconfinato
che giorno dopo giorno non si attenua.
Amo le madri, quelle anziane coi capelli bianchi
e lo sguardo perso nei ricordi dei loro sedici anni,
chissà perché a te non fu dato invecchiare,
tu che divenisti piuma
tra le spire di un vento malvagio,
tu madre già lo sapevi
quando piangevo accanto a te l’ultima notte.
Non ci furono mai tante parole tra di noi.
Non avevo bisogno di spiegare.
Tu già sapevi
e sognavi per me
distese immense,
campi di lavanda,
corone d’alloro,
papaveri in inverno
e un girasole accanto.

 

Poemas contenidos en el libro En cada ventana de azul, publicado en enero 2022 por la Editorial Papel y Lápiz. Disponible en Amazon y la Tienda de Papel y Lápiz.

Imagen: Florisa Sciannamea – Italia

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1 comentario en «En cada ventana de azul»

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