Había pasado tanto tiempo
haciendo parte de tu oscura vida.
Convirtiendo tus problemas en míos
fui víctima de la víctima.
Cuando recibí una inyección de luz
tuve un extraño sentimiento.
Tal vez fue miedo
pero también fue placentero
y cuando quise mirar a atrás
me vi corriendo lejos de ti
Y de tu horrible agujero.
Pido perdón.
Te amaba tanto que lo tuyo fue mío
pero lo mío no pudo ser tuyo.
Yo no lo quería.
No quería cargarte con mis problemas
cuando tú ya tenías más que suficientes.
Pido perdón.
Porque llegó un punto
en el que me sentía tan mal.
Sentía que no podía resistir más
un momento a tu lado.
Sentía que me estaba ahogando
contigo y en cierto punto
sentí que tú me estabas arrastrando
contigo al fondo del abismo.
Realmente lo siento.
Amaba tus besos
pero después de ellos
siempre había dolor.
Me tratabas también…
y a la vez tan mal.
Eras víctima de tus circunstancias
de las cuales no podías escapar.
Me cortabas las alas.
Y no lo podías evitar.
Mi preciosa miseria.
Momentos hermosos de mi vida
y a la vez grises
lágrimas de dolor y de felicidad
he decidido dejarte atrás.
Te amo
pero me amo más.
Tú me convertiste en un capitán
con un barco sin retorno
que te ha dejado de buscar.
No soy un ángel caído para dejar de volar
no quiero perder mis alas
para hacer parte de tu oscuridad.
Pido perdón
mi preciosa miseria.
Has logrado perderme
en medio de tu carencia.