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- Claudia Piccinno

(Lecce, Italia.1970). Docente y Traductora. Presente en más de cien antologías, también en el extranjero (India, Malasia, Singapur, Turquía, Estados Unidos, Polonia, China), es miembro del jurado en numerosos premios literarios nacionales e internacionales. Es directora del World Festival of Poetry. Ha recibido numerosos premios en importantes concursos de poesía nacionales e internacionales, así como l’Ape d'Argento 2019, una distinción cívica por méritos culturales por parte del municipio de Castel Maggiore (Boloña). En febrero de 2018, le otorgaron el reconocimiento honorífico como miembro de los editores del centro cultural indio Sahitya Anand. En abril 2017 se le otorgó el prestigioso premio “World icon for peace” per Wip en la ciudad de Ondo en Nigeria. Ganó el premio literario Naji Naaman 2018, en el Líbano. Fue miembro del comité asesor del programa de formación de docentes de la Universidad Nacional de Educación de Changua, del 1 de agosto de 2018 al 31 de julio de 2019. Fue invitada especial para Europa en el Festival de la Mujer de Estambul en octubre de 2017. Su poesía “In blu” (En azul) se grabó en una estela de loza colocada en el paseo marítimo de Santa Caterina di Nardo (Lecce). Ha escrito numerosos ensayos críticos o prólogos para libros de otros poetas. Ha traducido gran cantidad de autores del inglés al italiano.

En el código alfanumérico

Recibo todos los días cartas de amor,
poemas que engrosan el libro de aduladores. Los leo sin asombro
los catalogo con un protocolo que se parece a un reptilario. Me predispongo al silencio. Mi mente busca la frescura de una noche de agosto y sabe que todo lo demás es ruido.

El canto de la hortensia

¿Puedes escucharme? Ahora soy yo quien te sonríe… en el autorretrato que te dejé en el dibujo que encontraste hoy. ¡Felicidades mamá!

Compañero de escuela

¡Aquí estoy! En tu lastre en tu balsa, navego contigo sin hacer ruido. Reprimes silenciosamente las olas en el mar de la nada eterna, voces olvidadas de un tiempo perdido entre bailes infantiles y libros escolares.

Libertad

Ella es rubia- le dijiste. Me reuniré con ella – te respondió. Estás en el espacio del recuerdo en ese sueño que tiene por nombre Libertad.

En cada ventana de azul

No escucho tu voz como no la escuché entonces pero respiro este silencio sin límites que día tras día no se atenúa. Amo a las madres, a las viejas de pelo blanco y la mirada perdida en la memoria de sus dieciséis años, quién sabe por qué no te dejaron envejecer…

Agujero de luz en la catedral

Hay gente que te roba el aura para cebarse en un banquete solitario
y entierra huesos, espinas, plumas y escamas, eliminando los restos
para no verse reflejada en la infamia.

Me escondí

Soñé con narices ensangrentadas,
me veía como un trofeo para el más valiente. Pero prevaleció el sentido común… Y cada interludio tiene una vida breve.

El alfabeto que buscaba

Nuestro vuelo no puede obedecer
a una trayectoria en lo inesperado tiene sus coordenadas pero nos dio alas para despegar, aletas para no naufragar, secretos para no architar,
sueños para no morir.

La hipótesis de ti

Queda de aquellos días un vertedero de promesas, una recogida selectiva de palabras, envases desechables devuelto. En fila para la incineradora,
reconozco las iniciales de tu nombre.

Tinta de paz

Manos extendidas de pobres y nómadas arañan la privacidad de los hombres mónadas. Encerrados en las celdas del prejuicio, mueren lentamente como en el hospicio valores grávidos de paz y amor…