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UNA MUJER DE NEGRO PARADA EN LA ACERA

Anushka Tereshkova

 

Cristal empañado

Cristal empañado, lagrima doliente,

voz atragantada,

corazón sufriente.

A caballo de la pena,

galopa aguerrido el llanto,

ha luchado en largas guerras,

regresa bandera en alto.

 

Mas en un claro del bosque

en silencio, agazapada,

lo intercepta la alegría

que le tiende una emboscada.

Después de arriar su estandarte

y recoger sus pertrechos,

con la mirada perdida,

se lo ve marcharse lejos

firmado un pacto con sangre,

de mantenerse alejado,

de recorrer otros rumbos,

pasar y seguir de largo.

 

En mucho tiempo reinó,

la ternura, la abundancia,

la comprensión, el cariño,

la belleza, la elegancia.

y nadie se preparó

para una pronta batalla

porque el orgullo, traidor,

comploto con la tristeza

y se la vio regresar con una temible fuerza.

 

Nada dura para siempre,

buenos o malos momentos,

tan solo existe el presente

para vivirlo y a pleno.

 

No creas en los tratados ni en las firmas ni en promesas,

porque a caballo del llanto vuelve siempre la tristeza,

a veces pierde y se va, pero a la larga regresa.

tras un cristal empañado,

sufriente, guardo un amor,

que a la pena no se enfrenta,

ya salió muy perdedor

y vaga lejos de las guerras.

 

 

Una mujer de negro parada en la acera

Cual estatua, silenciosa y mustia

esta una mujer

parada en la acera.

Viste de negro toda

más lleva un sombrero rojo en la cabeza.

 

En su rostro brilla

una sonrisa perpetua

un ensayo de positividad

que a nadie convence…

Lleva anteojos enormes

pues esconde

en los ojos la verdad de sus silencios.

 

Solo espera que las luces de los coches

que se suceden, permitan su camino

nadie sabe si lleva prisa,

o si le da lo mismo su destino,

si la espera alguien que la extraña

o si nadie aguarda su regreso,

si apronta el paso por costumbre

o si su costumbre es ir despacio.

 

Nadie la ve, aunque la ve

y ella no ve a nadie.

Una mujer de negro está en la acera

esperando cruzar a la otra calle.

 

Qué sueños rotos tendrá o qué alegrías

¿qué tristeza sofocará al final del día?

¿Estará cansada de un día agotador

o vendrá de un paseo tranquilo

y sin reloj?

 

Acaso nadie vio que está dispuesta

a seguir trepando a las estrellas

porque ella no piensa que son coches

los que a toda velocidad

pasan delante de ella…

 

Nadie piensa que en sus cavilaciones

hoy decidió viajar al infinito

y qué eligió esas constelaciones

para emprender su último camino.

 

Una mujer de negro está en la acera

es de rojo sangre su sombrero

es de luto su ropa

y su sonrisa es un ensayo

que va quedar tatuado allí en el suelo.

 

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2 comentarios en «Una mujer de negro parada en la acera»

  1. Anushka querida amiga, gracias por compartir tu trabajo, cargado siempre de gran intensidad en las emociones y esta vez no ha sido la excepción. Un abrazo ?? te admiro mucho ???

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