Me gustaría volver a creer, a esperanzarme,

al despertarme a luchar cada mañana,

cuidar de aquellos sueños tan preciados

que siempre hablaban de tenerte aquí, a mi lado.

Quisiera volver a ponerme muy bonita,

para que de mí estuvieras orgulloso, para que me ames

siempre y cada día, como yo te amé por sobre todo.

La felicidad se fue por el desagüe,

la esperanza tomó caminos nuevos,

la tristeza en mi casa se hizo un nido

y es imposible que ocurra tu regreso.

Hay batallas perdidas de antemano,

que peleamos por tenernos fe infinita

que nuestro ego traicionero nos impone

hasta que la cruda realidad nos grita.

Amanece en la tierra de los hielos,

Toda mi humanidad entumecida

perdió la fuerza, se ha rendido

ya todo lo deseado se ha extinguido

las cosas no salieron y

es muy triste reconocer

que para siempre te he perdido.

Incendiaré uno por uno mis poemas,

despediré a todos mis esclavos,

consigan amos más seguros, más solventes,

yo solo tengo deudas de amores fracasados.

Y volaran por el aire mis pecados,

aquellos que guardé para entregarte

mi parte oscura, mi sensibilidad exacerbada

mis tardes de arrebol, mi noche buena.

Y cada rayo de Luna en nuestra almohada.

¿Cómo seguir viviendo ahora que entiendo

que ya no habrá ningún mañana?

¿Cómo morir, siquiera? Ni eso merezco

para mí no hay cielo ni hay infierno.

Estoy en un limbo, no soy nada….

Y tú ya me olvidaste, lo  presiento…

Muda la nieve  va tapando el sendero,

mudo el olvido va ganando terreno.