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NOSTALGIA ANTICIPADA DE TU AUSENCIA

Leonardo Petro

 

Aunque no quieras saberlo

En la mesa del rincón,

desgastada por el roce de incontables manos,

el tiempo parece detenerse,

el mundo se reduce a un microcosmos de intimidad y misterio.

La luz tenue de la tarde dibuja sombras,

 sobre la madera oscura,

el café humeante es un buen pretexto,

para detenerme a contemplar tu mundo.

Un ritual de todas las tardes.

Aunque no quieras saberlo:

tus ojos son mi refugio, mi santuario,

una extensión del paraíso.

Ojalá entendieras mis palabras,

te he descrito en mis versos,

pero no lees lo que te escribo,

no quieres entender mi idioma,

mi silencio,

prefiero imaginar que mis poemas duermen,

intactos en la penumbra,

desconocidos,

me duele pensar que mis palabras,

las que nacieron del corazón,

no son suficientes para tocar el tuyo.

 

 

De Buenos Aires uno nunca se va del todo

Existen ciudades con las cuales

uno siente algún tipo de conexión espiritual inexplicable,

por ejemplo, Buenos Aires,

vez las jacarandas en noviembre

 y el amor deja de ser inalcanzable,

en la primera parada el amor florece como primavera

y el sol hace de las suyas sobre los corazones rotos,

 sobre las calles empedradas.

Los edificios viejos nos dan la bienvenida,

un pedacito de arte.

Los mil colores, los mil sabores,

el bullicio de sus plazas y el silencio de sus rincones.

Buenos Aires es un cuadro,

aquí el tiempo se detiene

y los días corren de otra forma.

Los recuerdos se entrelazan con el presente,

por la noche las luces de las farolas iluminan los sueños,

callejones,

cartas no leídas,

caminos de amor eterno,

las amantes en los balcones,

la tristeza vista desde lejos.

Buenos Aires es un viaje en tren,

es otro cuento,

otra canción,

otra historia, otra página, otra fachada.

En las tardes la tristeza danzando sobre el rio

y la esperanza que va y viene,

en cada suspiro vamos dejando un poco del yo,

del nosotros,

Esta es una ciudad de la cual uno se marcha a medias,

así regreses a Bogotá, Londres,

San Pelayo, São Paulo,

 Madrid o Tokio,

de Buenos Aires uno nunca se va del todo,

 dejamos pedazos de piel y de alma,

sonrisas

y una que otra lagrima.

 

 

El idioma universal de la carne

En la geometría del tiempo todo encuentran su final,

todo acaba en todos los idiomas.

El olvido es el idioma universal de la carne,

idioma que se resiste al amor y al recuerdo.

El tren de regreso. La última estación.

 

 

Nostalgia anticipada de tu ausencia

Y empecé a extrañarte antes de que te hubieras ido,

esa sensación tenue y etcétera

que se cuela en los intersticios de los días,

como una brisa que acaricia suavemente el rostro.

Era simplemente que estaba sintiendo en mi pecho

el vacío anticipado de tu ausencia.

 

Tu partida dejó un espacio,

al principio parecía insondable,

una grieta en mi mundo,

una herida que tenía mucho antes de la herida.

Poco a poco la herida se convirtió en cicatriz,

en olvido,

en la esperanza que me brinda

quien fuera en otro tiempo, tu mejor amiga.

Y hoy que no estás,

no sabes el favor que me haces.

Te agradezco infinitamente el favor de tu adiós.

 

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