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AYÚDAME

Elisabetta Bagli

 

Está escrito en los cuerpos celestes

De repente,
el aire se convierte en luz.
Con un golpe
me has lanzado contra el cristal,
el rayo que ahora hiende
mis miembros desnudos.

Íntima lluvia
se desliza sobre mi cuerpo
maltratado por tus manos,
lívido como el crepúsculo
de nuestro amor.

Levanto los ojos y veo el cielo
cubierto de humo,
triste plata vieja,
testigo silencioso
de tu violencia inaudita.

Densas gotas de sangre,
vivas perlas de muerte
se deslizan sobre mi piel
apretada entre tus dedos
como un inútil papel de seda.

La luna llena está alta en el cielo,
las estrellas brillan
en mi aliento jadeante,
entramado inmenso
de mi oscuridad creciente.

Me muero porque debo:
está escrito en los cuerpos celestes.


È scritto nei corpi celesti

Improvvisamente,
l’aria si trasforma in luce.
Con un colpo
mi hai scaraventata sul cristallo,
il lampo che ora fende
le mie membra nude.

Intima pioggia
scivola sul mio corpo
martoriato dalle tue mani,
livido come il crepuscolo
del nostro amore.

Alzo gli occhi e vedo il cielo
coperto di fumo,
triste argento antico,
silenzioso testimone
della tua inaudita violenza.

Dense gocce di sangue,
vive perle di morte
scorrono sulla mia pelle
spremuta tra le tue dita
come un’inutile carta velina.

La luna piena è alta,
le stelle brillano
sul mio respiro affannato,
immense trame
della mia oscurità crescente.

Muoio perché devo:
è scritto nei corpi celesti.

 

 

El vuelo

Pequeña ventanilla.
Observo el horizonte infinito.

El amanecer suave
se desvanece por las calles del cielo
pintadas por nubes multiformes.
Reflejos plateados
en el mar jaspeado
de trazos inciertos
como los de un niño
en su primer dibujo.

El milagro está ahí.

Nubes blancas,
perfectas, esponjosas
se introducen en mis ojos
y en mi piel,
desenvueltas brillan
mientras las penetro
con mis alas de acero.

Cierro los ojos
y pienso en ti.
Pronto volveré a verte,
veré tus pupilas
que me hablan audaces.
Amarnos podemos
sólo en los sueños.
Amarnos podríamos
en otra vida.

Abro los ojos
y veo más nubes,
lenticulares, inmóviles.
Ilusión su lienzo.
Fugaz es mi mente,
intenso es mi deseo de volar.

Quiero sentir la fricción
del aire con mi cuerpo,
quiero ser la sombra negra
que avanza,
ese punto oscuro
que se estira sobre el agua
hasta tocarla,
hasta romper el equilibrio
de su tensión superficial.

Ebria me dejo ir.

Tal vez, no volveré a ver tus ojos.

Mis lágrimas se mezclan
al mar que acunará
mi eternidad.


Il volo

Piccolo oblò.
Osservo l’infinito orizzonte.

L’ alba tenue
sfuma sulle strade del cielo
dipinte da nuvole multiformi.
Riflessi d’argento
sul mare screziato
dal tratto incerto
come quello di un bimbo
al suo primo disegno.

Il miracolo è lí.

Nuvole bianche,
perfette, soffici
mi entrano negli occhi
e nella pelle,
disinvolte splendono
mentre le penetro
con le mie ali d’acciaio.

Chiudo gli occhi
e penso a te.
Tra poco ti rivedrò,
rivedrò le tue pupille
che mi parlano audaci.
Amarci possiamo
solo nei sogni.
Amarci potremmo
in un’altra vita.

Apro gli occhi
e vedo ancora nuvole,
lenticolari, immobili.
Illusione la loro tela.
Labile è la mia mente,
intenso è il mio desiderio di volare.

Voglio sentire l’attrito
dell’aria con il mio corpo,
voglio essere l’ombra nera
che avanza,
quel punto scuro
che si estende sull’acqua
fino a toccarla,
fino a infrangere l’equilibrio
della sua tensione superficiale.

Inebriata mi lascio andare.

Forse, non rivedrò più i tuoi occhi.

Le mie lacrime si mescolano
al mare che cullerà
la mia eternità.

 

 

Ayúdame

Ayúdame a comprender dónde ir,
si vivir aún en tu corazón,
si ser un punto lejano
ahogado en lágrimas negras.

Ayúdame a ver más allá
del camino que lleva al fin,
más allá de la niebla del miedo
que nubla alma y mente.

Ayúdame a no enterrar
memorias de amor y de guerra,
páginas íntimas y apacibles placeres,
bajo piedras silenciosas de muerte.

Ayúdame a amarte en silencio,
a usar la máscara oscura
a no ser tragada por el mal que,
de repente, cansados, encarnamos.

Ayúdame a enraizar nuevas certezas
sin apagar nuestra luz,
cantando en los vidrios rotos
del amor que desea renacer.

Ayúdame a liberarte,
a conocer tus cadenas
que apretaba sin darme cuenta,
rezumando la sangre de tus manos.

Ayúdame a compensar
el silencio de las palabras
que ya no escribes para no herirme
bien sabiendo que así te lastimabas tú.

Ayúdame a vivir
como vivía antes contigo,
a encontrar nuestro blando equilibrio,
a hacerte sentir libre en mí.


Aiutami

Aiutami a capire dove andare,
se ancora abitare il tuo cuore,
se essere un punto lontano
annegato in lacrime nere.

Aiutami a vedere oltre
il sentiero che porta alla fine,
oltre le nebbie della paura
che offuscano anima e mente.

Aiutami a non tumulare
ricordi d’amore e di guerra,
pagine intime e soavi piaceri,
sotto pietre silenti di morte.

Aiutami ad amarti in silenzio,
a indossare la maschera scura
a non essere inghiottita dal male che,
improvviso, stanchi, incarniamo.

Aiutami a radicare nuove certezze
senza spegnere la nostra luce,
cantando sui vetri rotti
dell’amore che vuole rinascere.

Aiutami a renderti libero,
a conoscere le tue catene,
che stringevo senza sapere,
stillando sangue dalle tue mani.

Aiutami a compensare
il silenzio delle parole
che hai smesso di scrivere
per non ferire me, mentre ferivi te.

Aiutami a vivere
come vivevo prima con te,
a ritrovare il nostro blando equilibrio,
a farti sentire libero in me.

 

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