El olvido
Hoy me di cuenta que llevo
mil derrotas en mi alma,
que se deslizan suavemente
entre la oscura noche del olvido
a golpear la puerta de mis recuerdos,
así como los besos de la lluvia
golpean las hojas de los árboles.
Miro nubes derrotadas por el sol,
escucho su diálogo con el trueno
y veo la tarde olvidando la dorada luz.
Mi reloj murmura sobre su partida,
cabizbajo se ve mi sufrimiento
le da pena expresarse ante el destino
porque hay luto en mí, por su ausencia.
Sus suaves manos cual caricia de lirio
que guardaban un oasis de alegría
y el sabor a dulces gotas de ternura,
viajaron dejando espinas en mis lágrimas.
Ahora solo quiero dormir profundamente
levantarme y con ansias volver a dormir,
dormir y callar para mirarte en mis sueños.