El rojo de tu ser
Era inefable el tenerte enfrente observando aquel cálido momento, acariciando el aire y purificándolo, la magia salía al rozar nuestros labios.
(Toluca, Edo. de México. 1998). Candidato a la Licenciatura en Ciencias Políticas y Proyectos Sociales. Amante de la Ortografía y de la Literatura. Ha escrito canciones. Gusta de escribir poemas.
Era inefable el tenerte enfrente observando aquel cálido momento, acariciando el aire y purificándolo, la magia salía al rozar nuestros labios.
Desperdicié mi tiempo hablando de ti, diciéndoles a todos que tú no eras así, joder, te defendía a capa y espada como dragón a un castillo, como abeja a una flor, pero te importó un carajo todo lo que di por ti.
Me roban la esperanza de continuar con mis sueños, con mis metas; me arrancan las esperanzas de poder ver a mis seres queridos.
Me acostumbré a verte conmigo, pero también con alguien más. Me acostumbré a tus te quiero a ratos, a tus desprecios por ganármelos según tu consideración.