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CAPERUZAS ROJAS

Veli Bogoeva

Sangre, hierba, cielo, tierra, nube, noche, nada…Los hay de tantos colores, pero independientemente del mismo, ellas siguen allí bajo su caperuza, escondidas, pensativas, indecisas en qué forma acabar con el lobo.

Un cuento que nos han contado tantas veces de esta manera tan endulzada, la misma que llegamos a contarles también a nuestros hijos. Y, sin embargo, sigue siendo una capa «roja». Una caperuza roja que llevan tantas mujeres y hombres por el mundo de manera silenciosa e invisible. Porque el lobo, aquel primer lobo que originó el cuento, devoró a aquella niña perdida por el bosque de la manera más atroz posible, haciéndola suya a la fuerza, quitándole el aliento pero dejándola vivir con la vergüenza y la culpa.

El lobo, como el cuento, también ha evolucionado en algunos de sus ejemplares, aunque su hábito nato de devoración y sed de sangre sigue intacto y oculto bajo un pelamen relamido.

Pero basta ya de cazadores en el papel de salvadores, basta ya de lobos y de lobas campando a sus anchas, basta… alzó su voz un día Roald Dahl y avisó al mundo de que las caperucitas rojas son capaces de acabar con el lobo por sí mismas y sin sentirse avergonzadas por ello.

Quitémonos las caperuzas y acabemos con el lobo, aquel lobo que se esconde de manera intangible en las palabras, en los pensamientos y en los sentimientos y no solo tras la oscura esquina. ¡Tiñamos las caperuzas de verde esperanza y convirtámoslas en capas de superhéroes y de superheroínas! ¡Somos capaces, el arma está en nuestras manos alzadas! ¡Manos dibujando, esculpiendo, escribiendo al son de voces poderosas cantando y aclamando BASTA!

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3 comentarios en «Caperuzas rojas»

  1. ¡¡Vaya manera de inspirar corazones!! Asi sencillamente y sin complicaciones, nos invitas a salir del papel de víctimas y enfrentar al predador sin miedo. Gracias Veli, en nombre de todas las personas que hoy necesitan recordar que el poder está en sus manos. Un abrazo ??

  2. Veli, mejor dicho y mejor escrito imposible, ese lobo se aleja o se aleja siempre que las mujeres pintemos esa caperuza de verde y alcemos las manos y la voz, me encanta tu forma de abortar el problema y la solución, literariamente mandas el mejor de los mensajes. Lobos afuera…

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