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Poesía

La memoria del humus

La historia no siempre se escribe con tinta, a veces se escribe con tierra húmeda, con el rastro invisible de una lombriz que danza bajo el peso del olvido.

Mundolor

Y vamos caminando, la voz de un pueblo; nos contagiamos en el grito desde la primera mañana.
Marchamos con la mirada intensa, todas las lluvias del mundo, pulso instantáneo de la vida clara.

Café

No puedo comer sin atender primero su súplica. Un movimiento alegre de su cola,
y el brillo profundo, acogedor,
de sus ojos color café, fue el gracias silencioso de un ser que alguna vez fue amado.

La casa detenida

El televisor apagado, el piano cerrado, las persianas inexistentes, el mundo afuera.
Cajones sellados, recuerdos atrincherados, hojas escritas con una pluma que aún deja huella en el tiempo.

Los reinos terrenales

Como una mariposa silenciosa que en el viento vacío espera a que las sombras se ondulen, vagaría volando entre los paisajes del espíritu y los reinos errenales.

Entre piedra y agua

La vida late —sí— con sus símbolos de barro, con sus plegarias de resignación. Somos tránsito entre piedra y agua, ni mármol ni estatua: apenas niebla
con la esperanza antigua de que otro mundo nos aguarda.

Celeste, hada de papel

Aquella hada encargada del equilibrio en el mundo. Madre de todos los lagos y dueña de los profundos sonidos del mar. Madre de la abundancia.

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